El Monumental José Fierro fue una fiesta que no terminó bien, la hinchada colmó las tribunas y alentó sin parar a un equipo que dejó todo en la cancha pero no pudo contra un equipo que fue superior. Atlético Tucumán arrancó con todo y no dejaba respirar a Gremio en los primeros minutos, al punto de estar muy cerca de convertir el primer gol del partido.
Cuando parecía que el duelo iba a ser parejo, un error defensivo terminó con la pelota adentro del arco de Cristian Lucchetti. Un tiro libre que parecía inofensivo porque era detrás de mitad de cancha terminó siendo la pesadilla de Zielinski. Los brasileros metieron la pelota al área y un cabezazo dejó a Alisson cara a cara con el arquero “Decano” para definir y poner a Gremio arriba en el marcador.
El gol fue un baldazo de agua fría para los tucumanos que de igual manera intentaron reponerse del golpe antes del entretiempo. Los nervios empezaron a interferir en las acciones del partido y en una jugada confusa, Gervasio Núñez se fue expulsado por pisar a jugador rival. En primera instancia el juez lo sancionó con tarjeta amarilla, pero al revisar la jugada con el VAR cambió su decisión.
Ya en el segundo periodo Gremio dio el golpe de Knock Out: una jugada perfecta, con pocos toques, desborde y centro para que Everton defina con categoría. Si bien el elenco de Zielinski buscó descontar con más amor propio que buen juego, los de Porto Alegre usaron su experiencia para afrontar paradas bravas, no sufrieron sobresaltos y hasta pudo haber extendido el marcador en alguna contra.
Ahora Atlético tendrá que ir por la hazaña en Brasil. La revancha será el martes 2/10 a las 21.45.
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