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SUSCRIBITE El arquero alemán tomó el balón con las manos en lo que representaba una jugada sin peligro para el Liverpool. Sin embargo, al querer salir jugando, intentó asistir a un compañero con la mala fortuna que la pelota rebotó en Karim Benzema y terminó entrando al ras del suelo.
A pesar de los reclamos de Karius, en los que advertía que el delantero estaba obstruyendo su juego, el conjunto merengue se ponía en ventaja. Una diferencia que le duró tan solo cuatro minutos, hasta que llegó el tanto de Sadio Mané que igualó el marcador.
Como si fuera poco, a los 80 minutos el portero volvió a ser protagonista de otro error que le costó el tercer gol con el que el Real Madrid sentenció el encuentro. Tras un disparo sin peligro del galés Gareth Bale, de afuera del área, el alemán puso las manos y la pelota acabó dentro del arco.
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