Los Jaguares volvió a perder y sumó preocupaciones. La franquicia argentina fue derrotada 26-13 ante Bulls por la octava fecha delSuper Rugby y dio otro paso en falso en esta segunda gira por Sudáfrica, tras haber caído hace una semana ante Sharks. Los argentinos vivieron una remontada para ilusionarse en el segundo tiempo pero el local despertó y se apoderó de una victoria clave en su complicado presente. El próximo viernes, los dirigidos por Raúl Perez tendrán por delante su compromiso más complicado, ante Lions.
Los feriados de Semana Santa siempre son una buena oportunidad para dejar de lado la rutina. Sudáfrica muestra una amplia variedad de climas y ofrece paisajes increíbles. Y aquí también se notó el descanso, porque el estadio Loftus Versfeld apenas lució con aproximadamente 3000 espectadores. "No son pocos los simpatizantes que dejaron de seguirlos a los Bulls, están disgustados por los malos resultados del equipo. Hoy tengo mi corazón partido, porque al equipo de esta ciudad le tomé cariño", contó Jorge, un argentino oriundo de Bahía Blanca que vive desde hace varios años con su familia en Pretoria. De todas maneras, algunos cumplieron con una rutina habitual en cada previa de un partido de rugby en Sudáfrica: en los alrededores del estadio se vio a algunas familias, en grandes camionetas, disfrutando con parrilladas al lado de sus vehículos.
Durante los primeros 15 minutos, Bulls machacó y tuvo la posesión en terreno argentino. Cuando Jaguares logró manejar la pelota, no consiguió penetrar. Además, cuando tuvo que salir de campo propio, no lo hizo de manera prolija y ordenada. En una de esas desatenciones llegó el primer try de Travis Ismaiel.
El elenco argentino lucía inestable, inseguro, con errores de manejo, sin gestación de juego. Bulls, que arribaba a este cruce con cinco derrotas en seis partidos (tres de ellas de manera consecutiva) manejó a la perfección la opción de line y maul. Los locales, también, complicaron en el punto de contacto porque siempre llegaron con muchos hombres para recuperar la pelota. "Sabíamos que ellos buscarían el partido de movida, con ritmo, estaban dolidos por la derrota en Japón. Fueron justos ganadores", explicó Jerónimo de la Fuente a la prensa .
Cuando el panorama de la franquicia argentina ya era oscuro, una infracción de González Iglesias en el cierre del primer tiempo posibilitó que Bulls ampliara el marcador. Rete, además, sufrió una tarjeta amarilla, situación recurrente en los argentinos a lo largo de la temporada. El capitán Agustín Creevy, en la semana, había avisado: "La disciplina es algo que trabajamos siempre y queremos mejorar".
La única opción de Jaguares en esos 40 minutos para el olvido llegó cuando ya había sonado la chicharra: cerca del ingoal, insistieron con el ruck pero el árbitro pitó una falta por retención de los argentinos.
Creevy, en apenas dos minutos del segundo tiempo, cometió dos penales: todo indicaba que ese comienzo sería incluso peor que el desenlace del primero. Con coraje, Bertranou redobló, aprovechó una buena jugada colectiva y el esfuerzo de los delanteros para llegar al try. "Mi conquista se consiguió gracias al trabajo de grupo. Lo único que quiero es que el equipo funcione. Eso es lo que más me importa", contó el mendocino. Los argentinos se ilusionaron con encontrar su mejor nivel. Con oxigeno por las modificaciones, Jaguares, renovado y con otras intenciones, encontró algunas grietas en la defensa rival. Bulls, pasivo, perdió algo de calma. Pero en el mejor momento de los argentinos y apenas a tres puntos de distancia (16-13), llegó el try de Lodewyk De Jager en la primera jugada concreta de Bulls en el segundo tiempo. Ese instante resultó el punto de inflexión porque Jaguares perdió la pelota en la línea de 22 metros del rival. Pollard, en una baldosa, sacó un kick maravilloso que terminó con el segunda línea lanzándose al ingoal. El apertura, habitual jugador titular de los Springboks, fue una de las figuras del encuentro. Trevor Nyakane, uno de los pilares sudafricanos, fue otro de los puntos altos de un equipo que consiguió un respiro. "Perdimos la iniciativa en los primeros 40 minutos, cuidamos poco la pelota. Ellos nos presionaron muchísimo. Se vio una mejor iniciativa en el complemento. Pero una patada al fondo de una pelota que perdimos posibilitó el último try de Bulls, que nos sentenció", analizó González Iglesias.
Lo mejor de los argentinos en la última parte del encuentro fue un control con 20 fases, con buenos movimientos, que no logró prosperar. En esta etapa, poseer el dominio territorial no alcanzó porque Jaguares no fue efectivo. Para resaltar: Marcos Kremer fue el jugador argentino con mayor compromiso y más frontal, que impuso rigor. Rodrigo Báez también tuvo una destacada actuación.
Jaguares deberá olvidarse de lo que pasó para tratar de recuperar su nivel. Con Lions quedará una oportunidad, quizás la más compleja en esta gira por tierras sudafricanas.
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