EL MÁS GRANDE DEL TANGO. 

Carlos Gardel, a 85 años de su muerte

"Cada día canta mejor" es la frase que define a Gardel, el Zorzal Criollo a la perfección. El inmigrante de vida fugaz que se convirtió en voz y mito del tango.
Por  Maria Eugenia Burgos

El 24 de junio de 1935, en un accidente aéreo en Medellín, Colombia, moría Carlos Gardel. Cerca de las 15 hs, el avión trimotor Ford matrícula F-31 de la empresa Servicio Aéreo Colombiano (SACO), desvió su rumbo en el despegue y chocó contra otra aeronave que pertenecía a la empresa Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos (Scadta) que esperaba su turno de partida. Allì el “Zorzal criollo” se despedía de las giras para iniciar otra.

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En el accidente murieron 17 personas. Junto a Carlos Gardel estaban Guillermo Barbieri, Alfredo Le Pera, José Corpas Moreno, Alfonso Azzaf, Angel Domingo Riverol, Ernesto Samper Mendoza, el radiooperador Willis Foster, Celedonio Palacios (empresario chileno) y Henry Swartz (promotor de espectáculos). Assaf y Riverol fueron atendidos pero murieron días después. Sobrevivieron su guitarrista José María Aguilar, su secretario e intérprete de inglés, el catalán José Plaja, y un jefe de tráfico de la empresa Saco, Grant Flynn.

La Argentina de aquella época, la base de Carlos Gardel

Para comprender el misticismo que rodea la figura de Carlos Gardel, es necesario conocer los años de inmigración que trajeron a Buenos Aires a doña Bertha Gardés y su pequeño hijo Carlos. Existen varias hipótesis sobre el lugar de nacimiento del cantante. Mientras en la Argentina se defiende la versión de que el cantante nació en Toulouse (Francia) en 1890 y llegó a Buenos Aires con su madre, Marie Bertè Gardés, en 1893. La infancia del niño transcurría en la puerta de su casa cantando con solo 7 años y que en su adolescencia lo hacía en casa de familias del barrio del Abasto.

Poco después se relacionó con matreros, malevos y compadritos. Su vida como inmigrante que triunfó en Europa y los Estados Unidos, que en pleno apogeo murió en un accidente fatal dando vida al mito.

Años de fuertes corrientes migratorias, sobre todo en el gran Buenos Aires. Entre fines del siglo XIX y principios del XX los inmigrantes no paraban de llegar con distintas intensidades y direcciones. En América, los principales polos fueron Argentina y los Estados Unidos, lo que provocó un impacto colosal desde la organización social e identidad colectiva.

Los cambios en nuestro país, tanto en geografía como en materia cultural se fueron dando de manera drástica y forzó la construcción de nuevas estructuras físicas y simbólicas dando lugar a nuevos paradigmas, comportamiento e ideales. Allì, en medio de tanto dolor, el tango invadió sus letras y, contrariamente a lo que se afirma, el tango se reveló incapaz de ser soporte para la transmisión de ideas políticas.

Desde el tango se ventilaron conflictos de índole personal surgidos a partir de los choques culturales y sociales, trabajando sobre lo inconsciente y las emociones. Las historias contadas no se relacionaban con la problemática de la inmigración ni de la integración social, pero sí articularon esos conflictos: La Violeta o Giuseppe, el zapatero se refirieron a la inmigración de manera directa aunque fueron las menos en el conjunto de toda la producción tanguera.

Los inicios del Zorzal

Todo este panorama marcó a Carlos Gardel, el tango y su mito.

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En el Abasto tallaba el payador José Betinotti —autor de Pobre mi madre querida— que escuchaba al jovencito, Carlos Gardel, con verdadero cariño le dio la primera gran posibilidad con una anécdota que se cuenta en el mundo del tango. Ese fue el momento donde Gardel comienza su mote de El Zorzal o El Zorzal criollo.

Otras grandes influencia para Gardel fueron el uruguayo Arturo De Navas, el Gabino “el Negro” Ezeiza, El Cachafaz, Tarila, El Escoberito, El “Flaco” Alippi y el “Negro” Pavura. Ellos y sus parejas crearon la coreografía que hoy se sigue bailando. Entonces la letra del tango era divertida, provocadora y en la mayoría de los casos, muy soez.

CARLOS GARDEL " Mi Buenos Aires Querido " - Color -

Eran tiempos bravos y Carlitos fue trabando amistad con todo tipo de matreros, malevos, compadritos y personajes variopintos que luego poblarían las letras de sus tangos: “El pardo Agusto”, “El Cordobés”, “El Morocho Aldao”, “El Noy”, algunos de los mencionados por Enrique Cadícamo en el tango homenaje compuesto en 1936.

Una noche de 1911, se produce un encuentro significativo con el cantor José Razzano en la casa del pianista Gigena, detrás del Mercado de Abasto. Aquella reunión dio sus frutos y años más tarde nacía el dúo Gardel-Razzano. El auge del dúo, comienza en diciembre de 1913 en el Armenonville, de allí al teatro, a las giras por toda Argentina, Uruguay, Brasil y Chile… ¡Rumbo a la fama!

En 1917, Carlitos incorpora un nuevo estilo en el tango y populariza los versos del tango Percanta que me amuraste, sobre la melodía de Lita, más tarde titulado definitivamente Mi noche triste. Comienza a dar sentimiento y emoción a la forma de cantar el tango, dando vida a un nuevo género musical: el tango canción.

A 85 años de la muerte de Carlos Gardel: la historia detrás de varios de sus clásicos - TN.com.ar

El 9 de abril de ese año, junto a su inseparable compañero Razzano inicia las grabaciones para la discográfica Max Glücksmann (luego Nacional, luego Nacional Odeón).

Los primeros discos salen a la venta en julio e impulsan la difusión del dúo cuya fama comenzaba a crecer. En 1920 están en pleno apogeo: trabajan incansablemente, viajan al interior y a Uruguay. Tres años después llegan a España y desde entonces el tango se enseñoreó en la garganta de Gardel, afirmando su prestigio de intérprete excepcional. Para 1925, habían grabado más de 350 matrices y publicado 171 discos.

En junio de 1927, Gardel viaja a Europa por tercera vez: después de una etapa consagratoria en España intenta la conquista en París y el año 1928 se torna en el más fructífero de su carrera hasta entonces. Desde allí, su fama llega al resto del mundo occidental.

El cine sonoro comercial nace New York en 1927, pronto la novedosa tecnología llega a Buenos Aires y Gardel ve en ella una oportunidad en el avance de la industria cinematográfica. Antes, había actuado en el film mudo Flor de durazno, rodado en septiembre de 1917.

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Carlos Gardel

Carlos Gardel

Gardel muere en Medellín, Colombia, el 24 de junio de 1935, en un accidente de avión. Desde entonces es eterno y su figura sigue siendo tal como lo era hasta el momento en que pereció en ese infierno de fuego y de sangre; con la frescura de su voz en los discos, con la “pinta” y la sonrisa de sus fotos... ¡A nadie se le ocurriría imaginarlo de otra manera!

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