El tartamudeo es un trastorno del habla que conlleva problemas frecuentes y considerables en la fluidez y la continuidad normales del lenguaje. Las personas que tartamudean saben lo que quieren decir, pero tienen dificultad para decirlo. El 1% de la población jujeña sufre de este trastorno y la provincia tiene especialistas que tratan a los que la padecen.
Lucia Martínez Echenique es fonoaudióloga desde hace tiempo en Jujuy y en dialogo con Arriba Jujuy afirmó que en nuestra sociedad sigue siendo un tema tabú. “Tienen un estigma muy grande, porque se piensa que si una persona se traba es porque tiene problema emocionales, cuando no es así. La tartamudez es un trastorno motor y todo los problemas emocionales vienen por convivir con esta dificultad”, aclaró la profesional.
“La dificultad emocional actúa como factor desencadenante y como mantenimiento”, dijo Martínez y advirtió que el tratamiento tiene que hacerse lo antes posible con un fonoaudiólogo. “Un psicólogo intervendrá si el niño, o el mayor, tienen otras dificultades emocionales, pero no por la tartamudez”, indicó.
La mayoría de las personas tartamudas son capaces de hablar sin tartamudear cuando dicen cosas acerca de sí mismas, cantan o hablan al unísono con alguien más. Los hombres tienen más probabilidad de tartamudear que las mujeres. Los factores que aumentan el riesgo de tartamudeo son el retraso en el desarrollo infantil y el estrés, entre otros.
Según la profesional todos los niños, cuando aprenden a hablar, atraviesan por un periodo de repeticiones, con silabas y palabras incómodas, pero afirmó que si son pocas y sin incomodidad, son normales, sino hay que hacer una consulta inmediata.
“Si el tratamiento se hace de chico, con un fonoaudiólogo, alcanza. Si se hace de grande, se puede incorporar otros profesionales”, subrayó y destacó que es fundamental el tratamiento lo antes posible. “En Jujuy hay muchos chicos que tienen esa dificultad y gracias a los tratamientos pueden superarla”.
Los síntomas del tartamudeo incluyen dificultad para empezar una palabra, una frase o una oración; prolongar una palabra o los sonidos de una palabra; repetir un sonido, una sílaba o una palabra, hacer silencio brevemente antes de ciertas sílabas o palabras, o hacer una pausa en medio de una palabra.
A veces, el tartamudeo es una afección crónica que continúa hasta la edad adulta. Ese tipo de tartamudeo puede repercutir sobre la autoestima y la interacción con los demás. “El mensaje para las personas grandes es que se puede hacer una tratamiento y mejorar. Deben pensar que es una persona normal, que a veces se traba. A cualquier edad se puede mejorar por ser una habilidad motora que se trabaja”, resaltó Lucia Martínez Echenique.
Una vez que el terapeuta del habla y el lenguaje haga una evaluación exhaustiva, se puede tomar una decisión acerca de cuál es el mejor método de tratamiento. Existen varios métodos diferentes para tratar a los niños y a los adultos que tartamudean. Debido a que los problemas y las necesidades personales varían, un método o una combinación de métodos que le resulta útil a alguien quizás no lo sea para otra persona.
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