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SUSCRIBITE Pequeños guerreros de la vida.
En todo el mundo cada 17 de noviembre se busca concientizar sobre los bebés prematuros y todo lo que implica esa problemática tan dura que afecta a los pequeños que apenas salen de la panza deben hacerse fuertes y sobrevivir.
Para entender que significa tener a un hijo que nace antes de las 36 semanas de embarazo hablamos con dos familias de Jujuy.
Una de ellas es la que está compuesta por Hugo Svoboda y Paola Serapio Alvarado que en el 2018 tuvieron a Baltasar. Nació en la semana 30 de gestación con 1.265 gramos y bajó a 1.100 gramos. Desde ahí empezó su lucha que lo llevó a estar 55 días en la sala de neonatología.
"Fue un embarazo y debut de mapaternidad distinto a lo soñado porque entramos a un mundo totalmente desconocido. Yo tuve un embarazo muy tranquilo hasta que me detectaron colestasis en la semana 24. Fue duro pero al mismo tiempo una experiencia con sabor dulce gracias a todo el equipo de neo que nos acompañó", comentó en dialogo con Todo Jujuy Paola.
Tras recuperarse, el bebé salió de neonatología con 2260 gramos, "no sé lo que es tener un bebé que apenas nace lo podes alzar y prenderlo a la teta. Recién pudimos alzarlo a los 20 días de nacido".
Por último Hugo, el padre del pequeño le dejó un mensajes a otras madres y padres de bebés prematuros: "Denles muchas fuerzas a sus hijitos porque son ellos los que tienen que luchar para vivir, háblenles mucho y cántenles porque estoy segura que escuchan. La sala de neonatología es un día a día, gramo a gramo".
Ámbar es una bebé que también nació prematura en el año 2018 en el Hospital de Niños, "mi embarazo fue de alto riesgo, tuvo que nacer de urgencia a las 33 semanas y pesó 1.342 gramos. Lo doctores nos dijeron que no había posibilidad que sobrevivamos tanto ella, como yo", le dijo la mamá, Sofía Alarcón a Todo Jujuy.
La madre siguió recordando lo duro que fue ese momento: "pudimos salvarnos y a ella la resucitaron. Yo no entendía nada y luego cuando desperté recién pude verla. Seguía grave y estuvo dos meses en neonatología internada con cuidados intensivos".
Contó que cuando ella se recuperó tuvo que salir del hospital e irse a casa por las noches pero bien temprano volvía a ver a su hijita, "nunca olvidaré la primera vez que pude tenerla en mis brazos, fue semanas después de su nacimiento, estaba llena de cablecitos y conectada a aparatos en neonatología".
"Sentía mucha culpa porque nació antes de lo previsto y uno no quiere que los hijos sufran, y menos verlos así pero gracias a Dios tuvo otra oportunidad para disfrutarnos juntas y en familia. Le agradezco de corazón a todos los del hospital y a los que me acompañaron durante mi embarazo", finalizó Sofía.
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