Llegó el día del adiós. Esta noche, ante un centenar de fieles, el padre Héctor Barrera se despidió de la iglesia de Río Blanco, lugar donde supo ser el párroco durante 15 años. La despedida fue a través de una misa que inició a las 20 y estuvo encabezada por el obispo César Daniel Fernández.
Iglesia de Río Blanco: el padre Héctor Barrera se despidió
Por medio de una misa, el padre Héctor Barrera dejó de ser párroco de la iglesia de Río Blanco. Hasta el 8 de mayo, el obispo César Fernández quedará a cargo.
Barrera se mostró muy emocionado y nostálgico al recordar todos los momentos que pasó en el santuario durante tanto tiempo. También dialogó con las personas que se acercaron a saludarlo y desearle buenos augurios teniendo en cuenta que comunicó anteriormente que se alejaba de la actividad religiosa por complicaciones en su salud.
En ese sentido, le comentó a Canal 4 que "es un agradecimiento grande a todos los que me acompañaron y siempre estuvieron presente. Que lindo encontrarnos acá como si fuera octubre. Quiero recordar a todos los que hicieron patria acá, los que yo conocí, los sacerdotes que me ayudaron y dejaron tantas cosas buenas en el santuario".
Hoy es el día Día de la Memoria por la Verdad y Justicia
Señaló además que va a peregrinar a Tumbaya para visitar a la Virgen de Punta Corral. El miércoles subirá y dará misa ese día, el jueves y también el viernes.
El obispo quedará en Río Blanco
Cabe destacar que hasta el próximo 8 de mayo el obispo Fernández será el encargado de llevar adelante las misas en el Santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya, y recién ese día asumirá su sucesor, el padre Germán Maccagno, que dejará la iglesia San José de Perico.
Por su parte, el obispo César Daniel Fernández sostuvo que "este año hay mucha fe, eso es fuerza, fortaleza, y nos ayuda a enfrentar la vida cuando hay oscuridades, dolor y sufrimiento".
Tomarse un respiro
Semanas atrás se conoció esta noticia y al consultarle nuestro medio sobre esta decisión, Héctor Barrera respondió que "está un poco viejito, aunque no pierde la alegría y el entusiasmo", y resaltó que ahora va a tomarse un respiro, aunque continuará donde los fieles lo necesiten llevando al Señor. "Déjenme un poco que me cuide de mi salud y después voy a seguir andando donde el Señor, la obediencia y el Obispo me pidan seguir con mi servicio".
Asimismo hizo hincapié en que admira a su sucesor, Germán Maccagno, que a sus 70 años aceptó estar en su lugar, y agregó que "mi estado de salud no es de lo mejor, pero gracias a Dios no estoy tapando un cáncer. Tengo achaques de una persona sexagenaria", dijo y pidió que "recen por mi salud".
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