Carlos Haquim, por ser vicegobernador, es el presidente de la Legislatura provincial. Él pertenece al Frente Renovador que, aliado al radicalismo, forma parte del Frente Cambia Jujuy que gobierna la Provincia. Haquim también es presidente del Partido Justicialista que está formado por el Frente Para la Victoria que es la oposición tanto en el ámbito legislativo como político.
Hay un acuerdo tácito, no firmado, pero sí propio de los usos y costumbres de que el partido que decide quiénes van a los órganos de control son los de la oposición. Cuando el oficialismo necesitaba aprobar una modificación a la ley de presupuesto, realizó el acuerdo con el FPV para que elija a las autoridades para la Susepu o la Defensoría del Pueblo, por ejemplo.
Esa situación enojó a Carlos Haquim que pretendía que alguien de su confianza, del Frente Renovador (que forma parte del partido gobernante) esté a cargo de los organismos de control. El presidente de la Legislatura se enojó y abandonó el recinto.
Los cortocircuitos y desencuentros políticos son frecuentes, generan discusiones, pero suelen darse en un ámbito más privado. Esta reacción, en un ámbito público manda un fuerte mensaje a la sociedad a cuatro meses.
Mirá el video donde Alberto Siufi analiza la situación.
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