El escritor Benito Pérez Galdós realizó una advertencia en 1884, al comienzo de una plaga de cólera en España: “Las epidemias, por lo visto, sienten también su decadencia, como las razas reales y aun las plebeyas, lo cual sería un gran consuelo para la humanidad si la historia no nos enseñase que tras el acabamiento de una peste viene la aparición de otra”. Dos científicos chinos, George Fu Gao y Weifeng Shi, también rememoran en la revista Science que tras el Covid-19 puede tener lugar una nueva pandemia, como sucede siempre desde hace milenios. Y los investigadores señalan a un principal sospechoso: el virus de la gripe aviar H5N8.
El patógeno es un viejo conocido. Se encuentra circulando por Europa desde 2014, provocando brotes que han perjudicado a millones de aves silvestres y de corral, de acuerdo a lo expuesto por la agencia europea dedicada al control de las enfermedades infecciosas, el ECDC. El 20 de febrero de este año, Rusia advirtió que el virus había logrado por primera vez saltar hacia los humanos. Siete trabajadores fueron infectado en una inmensa granja con 900.000 gallinas ponedoras en la región de Astracán, en el sur del país. Ninguno de los siete presentó síntomas.
El virus también está en España. El Ministerio de Agricultura ha comunicado en los últimos meses tres brotes en aves silvestres, tras la aparición en noviembre de un halcón peregrino moribundo en Noja (Cantabria) y el descubrimiento en enero de tres cigüeñas y un ganso muertos en las Marismas del Ampurdán (Girona) y de los restos de otro ganso en la Laguna Grande de Villafáfila (Zamora). El ministerio lanzó un mensaje tranquilizador al informar este último episodio, el 5 de febrero: “La detección de este caso no implica un riesgo para la salud pública, ya que los estudios genéticos basados en el análisis de las secuencias de virus completo muestran que se trata de un virus aviar sin afinidad específica por los seres humanos”.
Los dos especialistas chinos no son tan optimistas. “La propagación mundial de los virus de la gripe aviar H5N8 es un problema de salud pública”, explican en la revista Science. George Fu Gao es el director general del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades y Weifeng Shi es el director del Laboratorio de Referencia de Enfermedades Emergentes Infecciosas de las Universidades de Shandong. Los dos formaron parte de la identificación del nuevo Covid-19 en diciembre de 2019. Desde su punto de vista, los virus de gripe aviar pueden ocasionar “pandemias desastrosas” en los humanos.
Al menos 46 países de Europa, Asia y África han declarado brotes letales de H5N8 en aves. Los investigadores chinos resaltan que el virus de los siete trabajadores rusos pertenecía al subgrupo 2.3.4.4b, con unas mutaciones “preocupantes” que parecen incrementar su afinidad por las células humanas. Esta misma variante del virus ha ocasionado el sacrificio de más de 20 millones de aves de corral en Corea del Sur y Japón, advierten Fu Gao y Shi. “Es imperativo que no se ignore la propagación mundial y el riesgo potencial de los virus de gripe aviar H5N8 para las aves de corral, las aves silvestres y para la salud pública global”, puntualizan.
A la veterinaria Elisa Pérez, especialista en virus emergentes, le llama la atención la señal de alarma lanzada por los dos expertos chinos. La viróloga, del Centro de Investigación en Sanidad Animal (Valdeolmos, Comunidad de Madrid), manifiesta que la agencia europea ECDC hizo el 24 de febrero una evaluación del riesgo y concluyó que era “bajo” para los trabajadores del sector avícola y “muy bajo” para la población general. La organización precisó entonces que se habían registrado 1.700 brotes de H5N8 o de virus similares en aves desde octubre de 2020 en la UE y en su entorno, con unas 1.900 personas implicadas en actividades peligrosas —como el sacrificio de animales infectados— en siete países, sin detectarse ni un solo caso en humanos.
El 23 de marzo, de hecho, el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas tomaron la decisión de rebajar las estrictas normas de bioseguridad que estaban vigentes, como la prohibición de tener aves domésticas al aire libre. Las autoridades, en un mensaje hacia los veterinarios especializados, justificaron su decisión en “la disminución del riesgo de introducción de la influenza [gripe] aviar en España tras la finalización del periodo migratorio de aves silvestres invernantes desde países del Norte y Centro de Europa” y en la ausencia de casos desde el primer mes del corriente año.
Pérez resalta un rasgo “muy llamativo” de la gripe H5N8: también mata a las aves silvestres. “Son el reservorio natural de los virus de la gripe y es muy raro que tengan síntomas graves, pero este año ha sido una masacre en el norte de Europa”, detalla. La viróloga solo recuerda otros dos casos parecidos: la gripe H5N1 a comienzos del siglo XXI y una oleada de brotes del mismo subtipo H5N8 en los años 2016 y 2017 en Europa. Pérez indica a las explotaciones avícolas gigantescas. “En granjas como la de Rusia, con casi un millón de pollos en el mismo sitio, hay un riesgo altísimo de mutación. Si el virus entra en una macrogranja no hay quien lo pare. Es una bomba de relojería”, advierte.
Los dos expertos chinos, sin embargo, piensan que la sustitución de las pequeñas granjas familiares por grandes explotaciones industriales, teóricamente con estrictas medidas de bioseguridad, contribuirá a disminuir el riesgo de salto de virus de las aves a los humanos. En España, la empresa Rujamar comunicó en 2019 una inversión de 25 millones de euros para construir una macrogranja con 1,35 millones de gallinas en San Clemente (Cuenca). En las explotaciones españolas hay unos 46 millones de gallinas ponedoras, de acuerdo al censo oficial, con más de 817 millones de aves sacrificadas para carne en 2019.
De la misma manera que el nuevo Covid.19 tiene sus características espículas, los virus de la gripe presentan dos proteínas en su superficie, hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N), con distintos subtipos numerados, de ahí el nombre H5N8. La viróloga María Montoya, del CSIC, recuerda que los virus con H5 saltan de vez en cuando de las aves a las personas. El H5N1 ha generado cientos de casos en humanos, muchos de ellos letales, desde su identificación en Hong Kong en 1997.
Montoya resalta que una cosa es saltar de las aves a los humanos y otra muy distinta es pasar de humano a humano. “Las veces que H5 ha saltado a las personas ha sido bastante devastador pero, por suerte, la transmisión de humano a humano no ha sido eficiente”, explica la investigadora. “En el momento en el que aparezcan mutaciones que le den transmisibilidad de humano a humano, puede ser una nueva pandemia”, aclara.
La viróloga subraya que la capacidad de mutación del virus de la gripe es “muchísimo mayor” que la de los coronavirus. “Tiene la potencialidad de generar una pandemia mucho peor de la que estamos sufriendo ahora, pero puede ocurrir el mes que viene o dentro de 100 años”, comentó. Montoya recuerda que su institución, el CSIC, ha perdido los dos principales laboratorios que investigaban el virus de la gripe en España, tras la jubilación de los virólogos Juan Ortín, en 2016, y Amelia Nieto, en 2020. “Para hacer frente a una posible pandemia de gripe necesitamos que se apoye a grupos de investigación en estos temas, que son estratégicos”, reivindica Montoya.
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