La Titanoboa cerrejonensis es la especie de serpiente más grande de la que haya conocido hasta el momento. Posee hasta 15 metros de largo y un peso cercano a 1,2 toneladas. Sus restos fósiles fueron hallados hace algunos años en Colombia, puntualmente en la mina de carbón del Cerrejón, en el departamento de La Guajira.
En un artículo de National Geographic en Español dado a conocer recientemente se indicó que dicho ejemplar vivió hace 60 millones de años en los ríos y pantanos del país. A raíz de su tamaño, este animal era capaz de comer cocodrilos de un solo bocado, sin hacer bulto, y su apariencia física se parecía a lo que hoy sería una Boa constrictor.
“En medio del yacimiento de carbón, un grupo de paleontólogos encontró evidencia de plantas fosilizadas en el sitio en 2002, el primer indicio de que hace unos 58 millones de años, Cerrejón era una densa jungla con el doble de precipitaciones al año que el Amazonas, con una humedad agobiante y animales y plantas que doblaban en tamaño a los conocidos hoy”, indica el portal.
En la mina de carbono, una de las más grandes a cielo abierto a nivel mundial, los paleontólogos del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales también encontraron restos de tortugas y cocodrilos gigantes, junto a algunas plantas antiguas. Esto dio la posibilidad de detectar modificaciones en los patrones climáticos del país, ya que lo que hoy en día es una región árida, hace millones de años fue un bosque húmedo tropical donde habitaban este tipo de especies, con temperaturas que rondaban entre 30 y 34 grados celsius para sobrevivir.
Con motivo de los particulares hallazgos, en 2007 se intentificaron las búsquedas, y todos los restos se dieron a conocer por primera vez en el Museo de Ciencias Naturales de Florida, en Gainesville. En un primer momento, cuando los huesos exhumados de la mina del Cerrejón fueron vistos, los expertos observaron que el tamaño del ejemplar no era normal, ya que lo compararon con el esqueleto de una anaconda, la cual, en el mejor de los casos, no supera los cinco metros de longitud.
Así, fue identificada como una pariente lejana de las boas, que no mataba a sus presas con veneno, sino que, aprovechándose de su tamaño, las asfixiaba con una fuerza de constricción de más de 180 kilos por pulgada cuadrada: un peso mayor al puente de Brooklyn, en Nueva York. Algunos años después, y gracias a que lograron encontrar las vértebras, costillas y cráneos de varios ejemplares, se hizo una reconstrucción precisa.
El corregimiento de Agualinda, ubicado a media hora de la capital de Norte de Santander, Cúcuta, se reconoce por su gran importancia arqueológica. Allí se encuentra un Museo Arqueológico y Paleontológico, y esta vocación se certificó con el impactante descubrimiento de un colmillo de mastodonte de la Era Cuaternaria, en septiembre de este 2020.
La Secretaría de Cultura de Agualinda vinculó el descubrimiento a Camilo Andrés Rodríguez, un chico de 12 años, quien, junto a su abuelo, Gonzalo Roa, rastreaba una de sus cabras. La información de las autoridades indicó que el fósil cuenta con una longitud de 1,86 mts y ya se encuentra ubicado en el museo de la población.
“Hace tiempo lo vimos y le avisamos a la presidenta de la Junta de Acción Comunal, que en ese momento se había sometido a una operación. El niño me decía: vamos nosotros y lo sacamos, pero no nos atrevimos porque no sabíamos cómo sacar eso. Hasta que finalmente este domingo un grupo de vecinos fue a traerlo”, expresó Roa en su momento al diario La Opinión.
Sumate al Canal de WhatsApp de TodoJujuy.com
Recibí las noticias en tu celular sumándote al Canal de WhatsApp de TodoJujuy.com. Ingresá al siguiente enlace: https://whatsapp.com/channel/0029VaQ05Jk6BIErMlCL0v0j
Si querés, podés activar las notificaciones.
Además, podés comunicarte con nosotros a través del WhatsApp de las Noticias al 3885007777.
Copyright © Todo Jujuy Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas. Derechos de autor reservados.