Fue hace 38 años cuando se descubrió el Titanic reposando en el lecho del océano Atlántico. Sin embargo, hasta el día de hoy, las circunstancias que rodearon su trágico destino siguen envueltas en misterio. Aunque la teoría más aceptada sugiere que el barco colisionó con un iceberg, recientes imágenes que revelan el estado de destrucción podrían cuestionar esta hipótesis y plantear nuevas incógnitas sobre lo sucedido.
Recientemente, se han revelado archivos inéditos que proporcionan una visión actualizada del estado de la embarcación. Mediante un exhaustivo escaneo digital, se ha logrado una reconstrucción completa del Titanic en formato 3D. Este mapeo, a diferencia de las limitaciones impuestas por las cámaras y las condiciones de iluminación, permite examinar con mayor detalle el estado de los restos que aún se mantienen.
Durante mucho tiempo, se mantuvo la creencia de que el naufragio yacía en el fondo del océano como una única estructura, incluso se consideraron planes para su recuperación. Sin embargo, cuando finalmente se localizó el pecio a una profundidad de 3800 metros en 1985, se descubrió que se había fracturado en dos partes distintas.
Hasta ahora, las imágenes captadas del naufragio no han sido lo suficientemente claras debido a la turbidez del agua y la oscuridad que reina en las profundidades marinas. No obstante, se espera que estos escaneos contribuyan a arrojar luz sobre los verdaderos acontecimientos que condujeron a su trágico destino.
El experto que considera que el Titanic no chocó contra un iceberg
Park Stephenson, un destacado investigador del Titanic con amplia experiencia, sostiene que las imágenes en 3D revelarán nuevos horizontes para analizar el trágico hundimiento del transatlántico. Además, destaca con énfasis su teoría de que la colisión de la embarcación no ocurrió de la manera convencionalmente aceptada al chocar con un bloque de hielo.
“Tengo una cantidad creciente de evidencia de que el Titanic no chocó contra el iceberg de costado, cómo se muestra en las películas”, explicó. Y agregó: “Es posible que en realidad haya aterrizado en la plataforma sumergida del hielo. Ese fue el primer escenario publicado por una revista de Londres en 1912”.
“Tal vez aún no hemos escuchado la verdadera historia del Titanic”, resaltó en un diálogo con la BBC. Finalmente: “Todavía hay mucho que aprender del naufragio, que es esencialmente el último testigo sobreviviente del desastre”.
El estudio que brindó la posibilidad de una reconstrucción completa del barco, fue efectuada en el verano de 2022 por Magellan Ltd, una compañía de mapeo de aguas profundas, y Atlantic Productions, quienes se encuentran haciendo un documental sobre el proyecto.
Dentro del equipo de investigación, Andrew Geffen comparte puntos de vista similares a los de Stephenson, afirmando: "Contamos ahora con todos los remaches del Titanic y cada uno de sus detalles minuciosos".. Podemos volver a armarlo, por lo que por primera vez podremos ver lo que sucedió y usar la ciencia real para averiguarlo”.
“Tomará mucho tiempo revisar todos esos detalles, pero literalmente, semana tras semana hay nuevos hallazgos”, remarcó.
La reconstrucción en 3D del Titanic
La investigación se centró en una ambiciosa reconstrucción en 3D del Titanic, llevada a cabo mediante un detallado escaneo digital de la embarcación sumergida, con el objetivo de realizar un análisis exhaustivo. Este proyecto representa la empresa más grande realizada hasta la fecha bajo el agua utilizando tecnología de esta índole, ya que permite visualizar el Titanic en su totalidad
Para obtener imágenes detalladas del naufragio, un equipo de investigadores utilizó sumergibles controlados a distancia desde un barco especializado. Durante más de 200 horas, estos dispositivos exploraron minuciosamente el sitio del hundimiento, capturando más de 700,000 imágenes desde diversos ángulos para permitir una recreación precisa.
A través de esta reconstrucción, se evidencia que el pecio no constituye una sola pieza, sino que se encuentra dividido en dos partes. Por un lado, la sección de la proa se distingue de inmediato, conservando su distintiva forma en V, las barandillas de la cubierta y el ancla ubicada en un costado.
En contraste, la sección de la popa muestra una notable ausencia de sus características originales. Se presenta como una masa retorcida de metal, con las cubiertas colapsadas y superpuestas, resultado del impacto del barco al tocar el fondo marino.
A pesar de la preservación parcial de algunos detalles del Titanic, los efectos corrosivos del mar están erosionando progresivamente los restos del naufragio. Las proyecciones indican que en aproximadamente cuatro décadas, no quedará rastro alguno de su existencia. Las expediciones se enfrentan a una desafiante carrera contra el tiempo para obtener un entendimiento completo de los sucesos que desencadenaron esta emblemática tragedia.
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