Insólito. 

15 mil pesos por monedas de un peso con un error ortográfico

Coleccionistas buscan estas monedas que son singulares y ofrecen montos muy atractivos, en pesos y en dólares.

Los coleccionistas buscan las monedas porque un error de ortografía las volvió únicas. En algunos sitios de numismática internacionales incluso cotizan en dólares.

Coleccionistas ofrecen hasta 15 mil pesos por una moneda de un peso con un error ortográfico, según detallan especialistas.

Según detallan, en 1995 la Casa de la Moneda de Inglaterra tuvo a su cargo la fabricación de 56 millones de monedas de un peso, pero cuando llegaron desde ese país notaron que tenían un error de ortografía. Como ya no se podían encargar otra vez y necesitaban que circulen, entraron en circulación.

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Monedas de un peso con error ortográfico

Monedas de un peso con error ortográfico

El insólito error se daba en el reverso de la moneda. Allí tenía que decir "provincias del Río de La Plata", pero se veía “provingias”. Así se convirtieron, treinta años después, en un preciado valor, pero no por su poder de compra precisamente.

Este lote de monedas en un objeto de colección y en Internet se ofrecen a los fanáticos de la numimástica por hasta 15 mil pesos. Hay sitios especializados, como Numismática ArgCollectibles y en la plataforma eBay, que las monedas se cotizan en dólares y llegan a pedir desde 50 dólares por un blíster de 10 y entre 6 y 12 dólares por unidad.

Los conocedores del rubro afirman que las monedas con este tipo de errores son muy valoradas ya que en general son muy escasas, aunque en este caso los especialistas subrayan que serían varias las que están en circulación en el país.

Opinión de un especialista

El error “fue detectado a poco de salir las piezas a circulación cuando una parte significativa de la partida ya había sido enviada a los bancos”, cuenta Ariel Dabbah en su libro Errores de acuñación en la moneda nacional

“Por unos pocos días, la noticia copó los medios de comunicación, y llegó a informarse erróneamente que el Gobierno iba a recambiar las monedas a un valor mayor al nominal para quienes las devolviesen a los bancos”, agregó Dabbah.

“En el año 2011, la economía adoleció el faltante de monedas en circulación y eso generó un incordio entre los ciudadanos que aún las requerían por ser el medio excluyente de pago en trasportes públicos”, recuerda el escritor.

Por esta razón el Banco Central puso en circulación el resto de la partida de aquellas monedas que aún se atesoraban en las bóvedas de la institución esperando destino de destrucción.

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