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22 de mayo de 2024 - 13:07
País.

5 ex directivos de una empresa procesados por contaminar el río Paraná

Hace tres años que inició la investigación sobre la presunta contaminación de esta empresa, que supuestamente es un riesgo para la salud, el suelo y el agua.

Redacción de TodoJujuy
Por  Redacción de TodoJujuy

El juez federal Carlos Vera Barros dictaminó el procesamiento de cinco antiguos directivos de la compañía Aguas Santafesinas S.A. por verter sustancias contaminantes en el río Paraná. La resolución de la justicia federal se basó en pruebas que demostraban que la empresa descargaba aproximadamente 350 millones de litros diarios de líquidos sin tratar y metales pesados en el agua.

Es un caso que ha estado en proceso durante cuatro años, tanto en el ámbito civil como en el penal. El tribunal federal determinó la incautación de los bienes de los directivos de la compañía, aunque el proceso civil no ha mostrado progresos significativos.

Van tres años desde que comenzó la investigación de la Justicia Federal.

La prensa de la zona intentó comunicarse con la empresa para obtener su reacción ante la resolución judicial, pero no se recibió ninguna respuesta oficial por parte de la institución.

A tres años del inicio de la investigación

Han transcurrido tres años desde que se inició la investigación por parte de la Justicia Federal al descubrir que, supuestamente, la empresa contamina de una manera “peligrosa para la salud, el suelo y el agua del cauce del río Paraná”, volcando efluentes cloacales e industriales sin previo tratamiento en "un volumen aproximado de 350 millones de litros diarios desde la Planta de Recepción Emisario Sur”, según lo que se describió en el documento oficial firmado por el juez Vera Barros.

“Se viene reflejando esta noticia cronológicamente. Se presentó la denuncia en 2021 y la prueba fundamental son los análisis de laboratorio que realizó la división de Delitos Ambientales de la Policía Federal. Se comprobó la presencia de escherichia coli y coliformes fecales, entre otros contaminantes, en los 350 millones de litros diarios que vuelca Aguas Santafesinas”, indicó Fabian Maggi, abogado ambientalista y representante legal de la organización denunciante Asociación Civil Cuenca Río Paraná.

El Litoral contactó a la empresa para conocer la postura ante la decisión de la Justicia, pero no hubo respuesta institucional oficial.

El juez avanzó en el proceso penal con el objetivo de llegar a una sentencia condenatoria por el delito de Infracción a la Ley de Residuos Peligrosos”, sumó.

“Lo que nos preocupa, y son los próximos pasos para tomar, es lograr que, al igual que el juez Vera Barros, la jueza Sylvia Aramberri (jueza del Juzgado Federal de Rosario), que tiene el amparo ambiental que se sigue por este mismo tema, que ya está sumamente demorado esperando sentencia desde hace dos años, le ordene a Aguas Santafesinas construir la planta depuradora que Rosario -increíblemente- no cuenta”, concluyó.

Los efluentes estudiados “consisten en sustancias con valores de coliformes termotolerantes elevados, con presencia de Escherichia coli, que han provocado un aumento en el valor de NMP/100ml en el punto donde confluyen el emisario y el río Paraná”. Así lo indica la resolución del juez Vera Barros.

En base a lo expuesto por el letrado, “lo que violenta toda lógica a estas alturas de la modernidad es que Rosario no tenga todavía una planta de saneamiento propia”. El abogado se mostró conforme con el avance en lo penal de la causa. No obstante, el otro expediente de amparo ambiental que tramita hace cinco años en lo civil en el juzgado de la jueza Sylvia Aramberri tiene constantes idas y vueltas.

Se trata de una causa que lleva cuatro años en trámite, tanto en lo civil como en lo penal.

Deuda histórica

Rosario carece de una planta de tratamiento de efluentes, lo que hace que todos los desechos de los inodoros de los hogares sean vertidos directamente en el río, tal como ocurría a inicios del siglo XX cuando se empezaron a utilizar los sistemas de alcantarillado.

Aunque Aguas Santafesinas tiene planes y proyectos preliminares para instalaciones de tratamiento de aguas residuales en el área metropolitana de Gran Rosario, hasta ahora ninguno ha progresado lo suficiente como para ser aprobado y financiado.

El grupo ecologista XR señaló que "hace 20 años que los gobiernos vienen prometiendo que van a realizar esta obra y no avanzan". Si bien están los proyectos presentados para obras en el Emisario 9 (zona del video) y Emisario Sur (ubicado en acceso sur y Gutiérrez) "aún no hay novedades y seguimos esperando".

En agosto del año anterior, el Concejo se reunió y propuso una medida para que Aguas Santafesinas brindara una respuesta sobre el progreso de estos proyectos en un término de no más de 30 días, sin recibir ninguna contestación. "Sabemos que es algo costoso, pero hablamos de la calidad del agua que tomamos", afirmó la activista.

Además, no existe un análisis que pueda confirmar de manera científica si verter aguas residuales sin tratar en el río afecta al ecosistema. Por este motivo, el Laboratorio de Biotecnología Acuática del Acuario de Rosario ha propuesto un proyecto a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de la Nación para conseguir fondos y llevar a cabo estudios de zooplancton y fitoplancton, considerando los puntos de descarga de efluentes tanto cloacales como industriales.

El agua “es potable”

El mismo Guillermo Lanfranco, gerente de comunicación de Aguas Santafesinas, reconoció en su momento a este medio que el sistema vigente en Rosario "es propio de un paradigma de principios del siglo pasado" cuando se hicieron los primeros desagües, pero "no interfiere con el proceso de potabilización del agua".

La prueba fundamental son los análisis de laboratorio que realizó la división de Delitos Ambientales de la Policía Federal.

Aunque se estén vertiendo millones de litros de aguas residuales, el portavoz de la empresa aseguró que no existe peligro en consumir el agua, por dos razones: la primera es que el río Paraná posee una "gran capacidad de diluir los líquidos pasando prácticamente inadvertidos" y, el segundo, es que "las tomas de captación de agua están por encima de donde se vierten los mismos".

Es importante considerar que habitualmente el río tiene un caudal de 14 mil metros cúbicos por segundo, aunque ahora, con la bajante, se sitúa alrededor de 10 mil metros cúbicos por segundo. Esto significa que cada vez que uno parpadea, fluyen entre 10 y 14 millones de litros de agua.

Lanfranco reconoció que "no tenemos el sistema ideal", sobre todo sabiendo que hay un principio ambiental que señala que "todo lo que vos tomás del medio ambiente, lo tenés que devolver en iguales condiciones", por lo tanto, "nosotros deberíamos hacer lo mismo en este tema”.

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