Alarma por la aparición de animales heridos y asesinados en una aldea neuquina
Desde hace al menos un año, vecinos de la Aldea de Meliquina, Neuquén, reportan animales heridos o muertos por disparos lo que se transformó una preocupación colectiva.
Alarma por ola de violencia contra animales en una aldea neuquina.
En el último año, los habitantes de la Aldea de Meliquina, Neuquén, comenzaron a convivir con una seguidilla de ataques a animales domésticos y de granja que aparecen baleados o muertos. Los detalles, en la nota.
Alarma por ola de violencia contra animales en una aldea neuquina
La aldea de Meliquina, Neuquén, atraviesa un escenario inquietante desde hace al menos un año donde vecinos reportan una ola de violencia contra animales heridos o muertos por disparos.
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En el último año, los habitantes comenzaron a convivir con una seguidilla de ataques a animales domésticos y de granja que aparecen baleados o muertos, sin que haya responsables identificados ni denuncias formales.
Lo que comenzó como casos aislados se transformó en una preocupación colectiva que circula por los grupos de WhatsApp vecinales ya que aparecieron perros baleados, un caballo muerto y mascotas heridas con balines.
Hace apenas tres semanas, otra habitante del pueblo contó que su mascota se acercó a una vivienda y volvió con una herida en el abdomen. La persona que efectuó el disparo reconoció lo ocurrido y se hizo cargo de los gastos veterinarios, pero el balín quedó adentro del cuerpo del animal porque “no se lo pudieron sacar”.
En Meliquina no hay presencia policial permanente y las distancias hacia San Martín de los Andes o Junín dificultan la radicación de denuncias. Esa falta de control, sumada al silencio, refuerza una sensación de impunidad.
Qué dicen los vecinos sobre la violencia contra los animales
“Cada tanto aparece un caso nuevo: perros baleados, un caballo muerto. Es algo que viene pasando hace tiempo”, relató una mujer quien describió que la mayoría de los ataques siguen un mismo patrón: un perro que se acerca a una vivienda recibe un disparo con balines.
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“Este invierno otro vecino encontró a su perro herido de bala, y antes habían matado un caballo que andaba suelto”, añadió la mujer.
“Acá nadie denuncia porque no sabe cómo o porque teme quedar expuesto. Entonces todos se creen con derecho a hacer lo que quieran”, explicó otra vecina.
“Dicen que hay un señor que, si los perros se acercan a su casa, les pega un tiro. Incluso el que hirió al perro reconoció que fue él y pagó los gastos, pero eso no lo hace menos grave”, sostuvo una habitante del lugar.
Los animales no solo son víctimas de disparos: también se registran atropellos en los caminos internos del paraje. “Hace poco mataron un perro con el auto. Es como si no hubiera respeto por nada”, lamentó otra vecina.
Y concluyó que “me da la sensación de que hasta que no pase una tragedia nadie va a hacer nada. Tenemos miedo, pero también impotencia. No sabemos quién tiene un arma ni si es legal que la tenga. Vivimos con esa incertidumbre”.