Aseguran que la China Suárez tiene el Síndrome de Fortunata

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Las características o síntomas son la sensación de profundo enamoramiento hacia esa persona, sentimiento que persiste en el tiempo, más allá de que la otra persona tenga su una relación. Quien sufre el síndrome adoración por esta persona y que debe amarla sin restricciones ni barreras.

Según marcan los especialistas de la psicología, la dependencia es absoluta, haciendo lo necesario para satisfacerlo o satisfacerla, perdonando cualquier acción impropia. Algunas mujeres u hombres hasta dejan de lado su vida profesional y familiar por esa relación.

También aseguran que en estas personas que padecen el síndrome de Fortunata tienen creencias y fantasías utópicas y extremadamente optimistas respecto a que las cosas cambiarán y que la persona amada terminará junto por abandonar su relación actual.

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Con respecto a la mujer u hombre casado con el objeto de deseo, la persona con síndrome de Fortunata, la considera una rival a la que desprecia y considera que le está quitando algo suyo, mientras que por el otro lado puede mostrar empatía, admiración o ganas de ser como ella/él.

Además subrayan que no es relevante que la persona amada este casada o tenga una relación actual. Es un síndrome que no es considerado como un trastorno psiquiátrico o una patología, aunque pueden llegar a darse características obsesivoides, de personalidad límite o incluso delirantes.

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Este tipo de relaciones son en general tóxica y llevan a la aparición de conductas abusivas. Por norma general las afectadas suelen ser mujeres heterosexuales, si bien puede darse también entre parejas del mismo sexo sea este masculino o femenino.

Aclaran los especialistas que el síndrome no se identifica necesariamente con el hecho de ser un o una amante, sino que es posible que sí se mantengan relaciones afectivo-sexuales, pero también puede ocurrir de manera unilateral.

Origen del término

El síndrome de Fortunata debe su nombre a la conocida novela Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós, cuando Fortunata está enamorada de Juan Santa Cruz, que sin embargo está casado con Jacinta. Juan y Fortunata establecen una relación de amantes, deseando Fortunata estar en la posición de Jacinta, pero Juan no está dispuesto a dejar a Jacinta.

Fortunata se termina haciendo prostituta y se casa, pero sigue siendo la amante de Juan durante años al creer que él debe ser su auténtico marido e incluso llega a tener hijos con él. Todas estas características, como hemos visto, no son infrecuentes en el síndrome anteriormente descrito.

Causas del Síndrome de Fortunata

Son múltiples y las que mayor atención han prestado al síndrome son las de tipo psicodinámico. Se trata de una manera de llevar a la práctica las tendencias masoquistas de quienes las sufren, aunque otros afirman que esto es un reflejo de un complejo de Edipo mal resuelto.

Otras hipótesis hablan de un patrón relacional aprendido, que deriva en un autosacrificio y al darlo todo por el otro sin tener en cuenta las propias necesidades como algo virtuoso y valeroso y que debe permitirse y aceptarse todo por amor.

Tratamiento

Es difícil y se usan varias estrategias parecidas a cuando aparece el trastorno de personalidad dependiente. Se trabaja con los pensamientos, creencias y emociones del o la paciente respecto al amor romántico y respecto a su relación con su objeto de deseo.

Se busca tomar conciencia sobre el problema, buscando cambiar las cogniciones de la persona y marcando el sufrimiento y las limitaciones que le genera, como también trabajar en la desvinculación respecto a la persona en cuestión y la prevención de respuestas para que no recaiga con la misma persona o bien que no llegue a volver a establecer otra relación igualmente disfuncional.