Un caso ocurrido esta semana en Buenos Aires reavivó la preocupación de familias que deben enviar a sus hijos a viajes de estudio o excursiones. Un grupo de alumnos que viajaba hacia Cariló descubrió que el chofer del micro estaba bajo los efectos de drogas, lo que derivó en un fuerte reclamo y en la suspensión momentánea del viaje.
Para solicitar formalmente un control de alcoholemia o narcóticos a un chofer de transporte, existe un procedimiento oficial habilitado por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). El trámite se realiza a través del sitio del Gobierno nacional, en la sección “Control de Transporte”, donde se puede pedir la presencia de inspectores antes de la salida del micro.
El acceso directo es: https://control.cnrt.gob.ar/. Allí se completa un formulario con los datos del viaje, la empresa y el horario de salida. La CNRT dispone verificadores que pueden acudir al punto de partida para realizar alcoholemia, narcotest, control de documentación y validación de horas de descanso del conductor.
El caso que generó preocupación
Escándalo en un viaje de egresados:
Escándalo en un viaje de egresados: el chofer del micro dio positivo por cocaína y marihuana y terminó detenido
Los alumnos ya estaban arriba del micro cuando el chofer se negó en reiteradas ocasiones a realizar el narcotest. Ante esa situación, intervino la policía. Tras varios intentos fallidos, finalmente se completó el análisis: el resultado dio positivo para cocaína y marihuana, aunque la alcoholemia fue negativa.
Al conocerse el resultado se produjo un fuerte enfrentamiento. Los padres golpearon al conductor, que tuvo que ser retirado del lugar y quedó detenido bajo custodia policial. El viaje se interrumpió y los estudiantes permanecieron fuera del vehículo mientras se buscaba un reemplazo.
Demoras, reemplazos y preocupación creciente
La empresa organizadora solicitó un segundo chofer, pero cuando llegó se detectó que no cumplía con las horas de descanso reglamentarias, por lo que tampoco pudo conducir. Recién pasado el mediodía se presentó un tercer conductor habilitado, lo que permitió que el grupo emprendiera finalmente el viaje varias horas más tarde de lo previsto.
El caso volvió a instalar la preocupación sobre el estado de los choferes en los viajes de egresados y sobre la responsabilidad de las empresas de transporte. En los últimos años, distintos siniestros y denuncias de familias reforzaron la idea de que los controles deben realizarse antes de que los chicos suban al micro.
Por eso, especialistas y autoridades recomiendan que los padres utilicen los mecanismos oficiales de la CNRT para pedir inspecciones formales y evitar situaciones de riesgo, especialmente en plena temporada de viajes escolares y de egresados.