Por decreto, el Gobierno amplió el Presupuesto 2025 y refuerza por $2,81 billones áreas claves como salud, seguridad, jubilaciones y educación.
Desde este lunes 1 de diciembre, el Gobierno nacional puso en marcha una nueva ampliación del Presupuesto 2025 por medio del DNU 849/2025, publicado en el Boletín Oficial. La norma incrementa y redistribuye partidas destinadas a salud, seguridad, ANSES, la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y Educación, y se convierte en la primera modificación presupuestaria firmada en la gestión de Manuel Adorni como jefe de Gabinete.
En términos económicos, el decreto autoriza una mayor autorización de gasto neta de $2,81 billones, financiada con ingresos adicionales por alrededor de $2,88 billones, principalmente por Rentas de la Propiedad y otros recursos que superaron lo previsto originalmente. Según la explicación oficial, esa estructura permitiría reforzar áreas sensibles sin alterar la meta de resultado fiscal del año, aunque sí implica un cambio en la composición del gasto y en las prioridades del Estado nacional.
Jubilados
Por decreto, el Gobierno amplió el Presupuesto 2025 y refuerza por $2,81 billones áreas claves como salud, seguridad, jubilaciones y educación.
Reacomodamiento económico en contexto de emergencia
La ampliación se inscribe en un esquema excepcional: por segundo año consecutivo no hubo ley de Presupuesto aprobada por el Congreso y continúa prorrogado el Presupuesto 2023, ajustado a través de decisiones administrativas y decretos en el marco de la emergencia económica, financiera, fiscal, sanitaria y social que rige hasta fin de 2025. En los considerandos, el Ejecutivo sostiene que necesita “asegurar una distribución razonable de los recursos” para sostener servicios esenciales y cumplir obligaciones como jubilaciones, pensiones y sentencias judiciales firmes.
Desde el punto de vista económico, el refuerzo de partidas se concentra en Anses, Salud, Seguridad, Defensa y Educación. Esto incluye más fondos para prestaciones previsionales ajustadas por movilidad, asignaciones familiares, seguro de desempleo, el Programa 1000 Días, transferencias al PAMI y la Prestación Mensual de Oncopediatría; aumentos para salarios y cajas de retiros de fuerzas de seguridad y personal militar; y un fuerte suplemento para hospitales nacionales de alta complejidad y para la ANDIS, encargada del pago de pensiones no contributivas y subsidios extraordinarios.
Nuevo DNU
En el plano político, el DNU llega en paralelo a las negociaciones por el Presupuesto 2026 y en un escenario donde el oficialismo busca mayor margen en el Congreso para avanzar con su agenda económica y laboral. La decisión de ampliar el Presupuesto por decreto, sin una ley específica, vuelve a poner en el centro el uso de herramientas de excepción: el Gobierno se apoya en las leyes de emergencia y en la falta de presupuesto aprobado para justificar la vía rápida, mientras la oposición viene marcando reparos sobre el peso creciente de los DNU en la política fiscal.
Impacto social: quiénes son los principales destinatarios
En la dimensión social, el DNU concentra recursos en sectores de alta sensibilidad: jubilados y pensionados, familias con niñas y niños, personas con discapacidad, estudiantes y pacientes de hospitales públicos. Se refuerza la Prestación Alimentar, se suman fondos para comedores escolares, becas Progresar y la universalización de la jornada extendida, y se amplían los programas laborales Volver al Trabajo, Fomentar e Intercosecha, además de las prestaciones por desempleo. El mensaje oficial es que, aun en un marco de ajuste, se priorizan redes de contención y servicios básicos.