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Las 5 rutas del vino que presenta Neuquén y que sí o sí hay que visitar

Te invitamos a explorar los sabores de los vinos de Neuquén, elaborados en paisajes de gran belleza. Descubre cuáles son las mejores variedades.

Por  Redacción de TodoJujuy.com

Una de las características más notables de Neuquén es la diversidad y el esplendor de sus destinos naturales. A esto se suma un recorrido único a través de bodegas, conocido como la ruta del vino. Esta es una propuesta atractiva para explorar paisajes impresionantes mientras se saborean deliciosos vinos.

Debido a su clima y las características del terreno, Neuquén ha atraído a numerosos emprendedores que han decidido aventurarse en la viticultura en la región. Esto ha dado lugar a un aumento en los proyectos relacionados, con bodegas en San Patricio del Chañar, Añelo y Chos Malal dedicadas a la producción, elaboración y distribución de vinos.

Debido a su clima y las características del terreno, Neuquén ha atraído a numerosos emprendedores.

Este proceso de expansión comenzó principalmente a principios de este siglo, considerando que para el año 2000, Neuquén, que actualmente ocupa un lugar destacado entre las provincias productoras de vino en la Patagonia y en toda Argentina, no formaba parte del mapa vitivinícola del país.

Aunque el Malbec es la variedad más destacada en las producciones vinícolas de la provincia, la Ruta del Vino de Neuquén ha experimentado un notable aumento en la plantación de Pinot Noir. También se cultivan otras variedades de uvas tintas como Merlot, Cabernet (Sauvignon y Franc), Syrah, Bonarda y Refosco, además de una amplia gama de vinos blancos como Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés.

San Patricio del Chañar, donde vive el vino

Aunque la viticultura en Neuquén se extiende por varias áreas y subáreas de la provincia, incluyendo el Alto y Medio Valle y la región de San Patricio del Chañar, que está situada a 48 kilómetros de la ciudad de Neuquén, esta última recibió un notable impulso con la llegada del nuevo milenio.

Este período estuvo marcado por la aparición de nuevos viñedos con sistemas de riego por goteo y bodegas modernas, equipadas con la tecnología más avanzada y listas para recibir visitantes internacionales.

5 bodegas para visitar en la provincia.

Para llegar desde la ciudad de Neuquén, es necesario tomar la Ruta Provincial 7. Tras atravesar el Dique Ingeniero Ballester, se debe seguir recto por 17 kilómetros hasta llegar a cuatro bodegas de alta calidad situadas a lo largo de la carretera: Familia Schroeder, Del Fin del Mundo, Malma y Secreto Patagónico. En estos lugares, se ofrecen visitas guiadas, y es posible adquirir o probar parte de su producción.

Bodegas para recorrer en Neuquén: Familia Schroeder

La historia de la bodega se remonta a 2001, cuando Herman Heinz Teodoro Schroeder, descendiente de inmigrantes alemanes que habían sido pioneros en la Patagonia, optó por invertir junto a sus hijos en viñedos en San Patricio del Chañar. Con esta decisión, convirtió un árido desierto en exuberantes viñedos y en una zona productiva.

Situada en la Calle 7 Norte, la bodega presenta una arquitectura que se ajusta al contorno del terreno. Además de ofrecer visitas guiadas por sus instalaciones, el lugar cuenta con un atractivo adicional: un hallazgo paleontológico descubierto durante la construcción.

Este hallazgo incluye los restos fósiles del Dinosaurio Panamerican Saurus Schroederi, un herbívoro que vivió hace más de 75 millones de años.

Está ubicada sobre la Calle 7 Norte, con una arquitectura adaptada al perfil del terreno.

Durante la temporada de cosecha, la bodega Familia Schroeder se transforma en un importante destino para los visitantes. En estos tiempos, ofrece eventos donde se mezclan excelentes vinos con gastronomía y música, todo en un entorno idílico.

Neuquén: Bodega del Fin del Mundo

Del Fin del Mundo fue pionera en San Patricio del Chañar, estableciendo sus viñedos en 1999 y manteniéndose como la bodega con mayor volumen de producción en la actualidad. Situada en el kilómetro 9 de la ruta Provincial 8, ofrece visitas al área de cosecha, a la sala de barricas y a las pasarelas elevadas que brindan vistas panorámicas de los viñedos.

Además, los visitantes tienen la oportunidad de explorar todo el proceso de producción de vinos, desde la uva hasta el producto final.

Del Fin del Mundo fue la primera bodega de San Patricio del Chañar, con plantaciones de vid desde el año 1999.

Bodegas en Neuquén: Malma

Malma es una bodega moderna que produce sus vinos de manera interna desde 2004. Además de sus instalaciones para la vinificación y la recepción de visitantes, cuenta con un restaurante que ofrece platos de la cocina regional utilizando ingredientes locales y de temporada.

El lugar destaca por su impresionante vista de los viñedos, que contrasta maravillosamente con el paisaje de la estepa patagónica.

Malma es también una bodega de última generación que elabora sus vinos a partir de la producción propia desde 2004.

Bodegas en Neuquén: Secreto Patagónico

En el año 2000, la familia Groppo Parisi inició el proyecto Secreto Patagónico con la intención de producir vinos de alta gama en ediciones limitadas. Su objetivo era combinar la técnica de vinificación con las particularidades exclusivas de la región, utilizando una cuidadosa selección de uvas.

La bodega se encuentra en la ruta provincial 7, en el tramo conocido como picada 4 y media. Ofrecen visitas guiadas, que requieren reserva previa, en español, inglés y francés. Durante estas visitas, los asistentes tienen la oportunidad de degustar sus productos.

La familia Groppo Parisi puso en marcha el proyecto Secreto Patagónico en el año 2000.

Bodegas en Neuquén: Familia Aicardi

Situada en Picada 5 Norte, la iniciativa de la Familia Aicardi se remonta a la llegada de Nicolo Aicardi a Argentina en 1907, procedente de Génova y dedicado al cultivo de la vid. En la actualidad, la recolección a mano y la cuidadosa selección de los racimos preservan las técnicas artesanales y aseguran la excelencia de los vinos elaborados por la bodega.

Ubicada en Picada 5 Norte, el emprendimiento de la Familia Aicardi tiene su origen en la llegada de Nicolo Acardi a la Argentina, en 1907.

Además, emplea tecnología de vanguardia para realizar la maceración pre-fermentativa en frío a 10º C durante cinco días. Utiliza levaduras seleccionadas y controla la temperatura en tanques de acero inoxidable.

Posteriormente, el vino se envejece en barricas de roble francés y americano, tanto de primer uso como de segundo uso, durante un periodo que varía entre 12 y 24 meses. Después de este proceso, se conserva en estiba durante otros 12 meses.

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