$90 mil de multa. 

Salta: manejaba una ambulancia borracho para ir a un asado

El chofer de una ambulancia dio positivo por alcoholemia. Cuando lo detuvieron, amenazó a los policías porque lo demoraban para llegar a un asado en Salta.

Este sábado los policías que realizaban un control vehicular en la ruta 33, en uno de los accesos a la localidad de El Carril, en Salta, se llevaron una gran sorpresa al parar una ambulancia y darse con que tanto el chofer como su acompañante iban completamente borrachos.

Y eso es solo el comienzo de la historia. Alberto Altamirano, jefe de mantenimiento del Hospital Joaquín Corbalán de la localidad de Salta de Rosario de Lerma, fue abordado por la policía de tránsito en un control de rutina, según informó un medio local. En el control, el hombre le dijo a los efectivos de seguridad que "estaba llevando a su acompañante al barrio Santa Rita porque recién había terminado un trabajo en el nosocomio de Rosario de Lerma".

En ese momento y ante la presencia de la policía de tránsito y de una patrulla del 911, el acompañante del chofer amenazó con llamar a sus contactos políticos si no los dejaban pasar "porque se les hacía tarde para el asado".

Cuando les tocó pasar por la prueba de alcoholemia, Altamirano dio 1,2 gramos de alcohol en sangre. Los hombre fueron demorados y la ambulancia quedó secuestrada.

Como si eso fuera poco, cuando los miembros de la policía de Salta revisaron la ambulancia, se encontraron con una importante cantidad de cervezas, varios kilos de asado y pan fresco. Todo, supuestamente, "para pacientes de Santa Rita".

En ese momento el acompañante de Altamirano amenazó de nuevo a los policías: les dijo que llamaría a una diputada provincial de la zona y al secretario de Seguridad de la provincia, Benjamín Cruz, para que los dejaran continuar su camino. Sin embargo, los uniformados consultaron con fiscalía y la respuesta fue contundente: ambos ocupantes de la ambulancia fueron demorados y el chofer terminó con una multa de $90 mil por vehículo en pésimas condiciones mecánicas y por conducir en estado de embriaguez.

Cuando declararon, los arrestados dijeron que "de alguna manera" estaban trabajando. Todo eso aunque Altamirano había sacado la ambulancia sin permiso, según fue determinado en la causa, y aunque su acompañante jamás trabajó en el hospital. Y sin contar que el vehículo no tenía balizas y el embrague estaba en pésimas condiciones.

Según trascendió, el operativo que terminó con la detención de esta ambulancia comenzó cuando una patrulla del 911 observó a los ocupantes bajar en un local cerca del cruce de las rutas 68 y 33 a comprar bebidas. Claramente, no iban a ninguna emergencia.

La patrulla siguió a distancia a la ambulancia hasta el control de tránsito de la Municipalidad de El Carril. Allí fueron detenidos y se comenzó todo el procedimiento que incluyó el test de alcoholemia, el control vehicular y de los documentos de circulación.

El remate: los dos sujetos no solo no prestaban un servicio de salud y usaban la ambulancia para trasladar la bebida y el asado sino que, aparentemente, todo iba a terminar en una fiesta clandestina.

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