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SUSCRIBITEEl Ministerio Público presentó material fotográfico que demostraría la ausencia de controles sobre un avión privado de Leonardo Scatturice, procedente de Miami.
Laura Belén Arrieta en la cumbre CPAC, por la que estuvo en contacto con el Gobierno.
El episodio vinculado al avión Bombardier Global 5000, que arribó el 26 de febrero a Aeroparque y se vio envuelto en controversia tras difundirse que supuestamente no se inspeccionaron las 10 valijas que transportaba, tuvo un nuevo giro. Este lunes, los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez presentaron ante la Justicia un informe.
En dicho documento, detallaron cómo fue la llegada de la aeronave al país e incluyeron imágenes que sugieren una posible falta de control sobre la totalidad del equipaje. La cuestión, que inicialmente dio a conocer el periodista Carlos Pagni en LN+, fue negada públicamente por el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
El avión que aterrizó en Aeroparque el 26 de febrero pertenece al empresario Leonardo Scatturice y llevaba como única pasajera a su empleada, Laura Belén Arrieta. Los descubrimientos contradicen la versión del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien calificó lo sucedido como “fácticamente imposible”, además de un comunicado de la Aduana que aseguró que se realizaron todos los “controles de rutina” sin incidentes.
Laura Belén Arrieta es una joven argentina de 32 años que reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De acuerdo con registros públicos, trabajó en dos aerolíneas y realizó capacitaciones como azafata y tripulante en aviación ejecutiva. Actualmente, está empleada en OCP Tech y COC Global Enterprise, dos firmas tecnológicas fundadas por Leonardo Scatturice.
Su nombre ganó relevancia por su papel en la organización de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) realizada en Buenos Aires en diciembre pasado. En ese encuentro, donde expuso el presidente Javier Milei, Arrieta tuvo una participación destacada y fue fotografiada junto a los principales líderes libertarios.
El informe presentado por el fiscal Claudio Navas Rial junto con el jefe de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez, indica que de las diez maletas que arribaron en el avión, únicamente cinco fueron declaradas formalmente y ninguna fue sometida a los controles reglamentarios.
Este análisis se fundamenta en las imágenes captadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Los fiscales detallan: “Se observa que, mientras el área se encontraba libre de aglomeraciones, los tripulantes y la pasajera del vuelo N18RU fueron reconducidos por personal aduanero (...) hacia una vía secundaria, sin atravesar los escáneres ni ser sometidos a revisión de equipaje”.
El informe destaca el trato diferenciado que recibió este vuelo en comparación con otros pasajeros que arribaron en el mismo período. “Esta diferencia en el tratamiento resulta particularmente significativa, ya que no obedeció a una situación de congestión”, señala el documento.
Los fiscales determinan que “el desvío fue una decisión expresa y directa del personal aduanero”. Además, el informe señala un “comportamiento inusual” de Arrieta, respaldado por el relato de un agente que observó cómo ella entregaba un teléfono móvil a una empleada de la Aduana, quien posteriormente hizo un gesto de aprobación con la mano.
Leonardo Scatturice es un empresario del sector tecnológico que reside en Miami y es dueño de OCP Tech, además de ser el empleador de Arrieta. Su papel resulta fundamental, no solo por ser el titular del avión, sino también por sus conexiones con círculos de poder. Scatturice logró incorporarse a la dirigencia de la CPAC en Estados Unidos gracias a sus vínculos con Matt Schlapp, un destacado lobista, y Barry Bennet, uno de los principales asesores estratégicos de Donald Trump.
Mediante estas relaciones, Scatturice facilitó el acceso de los libertarios a Washington. El empresario, con un historial vinculado a una agencia de inteligencia privada que está bajo investigación en el caso “Dark Star”, actualmente forma parte del grupo de accionistas de la aerolínea Flybondi.
El avión que aterrizó en Aeroparque es un Bombardier Global 5000 registrado en Estados Unidos bajo la matrícula N18RU. Esta nave es propiedad de la empresa COC Global Enterprise.
De acuerdo con la explicación oficial inicial, la aeronave se encontraba “en tránsito” rumbo a París, por lo que el equipaje almacenado en la bodega no fue descargado y permaneció guardado en un hangar de Royal Class durante ocho días. Finalmente, el 5 de marzo, el avión despegó hacia Francia haciendo una escala en Tenerife.
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