8 errores que provocan mal olor en la ropa
En ocasiones, podemos creer erróneamente que para prevenir los malos olores en nuestra ropa es suficiente con añadir algún tipo de suavizante o detergente perfumado en la lavadora. Sin embargo, preservar nuestras prendas del olor desagradable conlleva tener en cuenta una serie de aspectos adicionales. ¿Cuáles son los equívocos que debemos evitar?
1. No lavar la ropa de forma inmediata
Al finalizar el uso de una prenda, es común que algunas personas opten por dejarla ventilar y luego volver a guardarla para futuros usos. Sin embargo, descuidar su lavado puede resultar en una gran equivocación, especialmente después de un día activo y sudoroso.
En ciertos tipos de tejidos, simplemente permitir que se ventilen no resulta adecuado para eliminar el desagradable aroma. Por el contrario, cada día que pasa sin lavar la prenda, el mal olor tiende a impregnarse aún más, y además, existe el riesgo de que se propague el mal olor en el armario.
Asimismo, es importante considerar que las bacterias se multiplican cada vez que reutilizamos una prenda sin haberla lavado previamente. Por esta razón, se aconseja lavar con frecuencia las prendas de vestir, especialmente aquellas que están en contacto directo con la piel.
2. Poner la ropa maloliente directamente en la lavadora
Asimismo, es importante considerar que las bacterias se multiplican cada vez que reutilizamos una prenda sin haberla lavado previamente. Por esta razón, se aconseja lavar con frecuencia las prendas de vestir, especialmente aquellas que están en contacto directo con la piel.
3. Mezclar todo en la colada
Por lo general, resulta prudente clasificar las prendas que serán lavadas en la máquina de acuerdo a su color y al material del que están hechas. Sin embargo, si identificamos que algunas prendas emiten malos olores, es preferible realizar un lavado exclusivo para ellas.
Por ejemplo, la ropa deportiva no debería combinarse con prendas delicadas o de uso cotidiano. De hecho, existe la posibilidad de que, al mezclarse, los malos olores se transmitan de unas a otras.
4. Guardar la ropa húmeda
Un error adicional que puede resultar en malos olores en las prendas y artículos textiles es almacenarlos mientras aún están mojados. Esto suele ocurrir con mayor frecuencia en invierno, ya que la ropa no se seca con la misma celeridad.
No obstante, esta práctica es sumamente perjudicial, ya que la humedad favorece el desarrollo de microorganismos que generan olores desagradables. De hecho, estos olores suelen ser bastante persistentes y complicados de eliminar.
La sugerencia habitual consiste en permitir que nuestras prendas se ventilen adecuadamente y se sequen completamente antes de doblarlas y colocarlas en el armario. Si hacemos uso de una secadora, es esencial asegurarnos de que las prendas queden completamente secas.
A pesar de utilizar un ciclo de secado, ciertas prendas pueden retener más humedad y es importante proporcionarles una ventilación adicional antes de doblarlas y almacenarlas.
5. No extender la ropa con rapidez
Al poner en marcha el lavarropas, resulta crucial retirar la ropa de su interior tan pronto como finalice el ciclo de lavado. De lo contrario, la ropa tiene la tendencia a retener la humedad, lo que puede derivar en malos olores.
En caso de olvidar esta tarea por alguna razón, lo más conveniente es verificar si la ropa ha adquirido un aroma desagradable. En caso afirmativo, es necesario someterlas a un nuevo ciclo de lavado, preferiblemente uno más breve.
6. No limpiar las máquinas
Descuidar el mantenimiento de los electrodomésticos de lavado representa igualmente un fallo. Lo recomendable es solicitar la asistencia de un especialista capacitado, quien podrá llevar a cabo el procedimiento de forma apropiada. El experto no solo inspeccionará el sistema, sino que también eliminará cualquier bacteria y acumulación de suciedad en el interior del equipo.
5. No extender la ropa con rapidez
Una práctica esencial al usar el lavarropas es retirar la ropa del interior tan pronto como finalice el ciclo de lavado. De lo contrario, la ropa tiene la tendencia a retener la humedad, lo que conlleva la posibilidad de que se desarrolle un mal olor.
En caso de olvidar esta tarea por alguna razón, resulta aconsejable comprobar si las prendas han adquirido un aroma desagradable. En caso afirmativo, será necesario someterlas a un nuevo ciclo de lavado, preferiblemente uno más breve.
6. No limpiar las máquinas
La falta de mantenimiento de los aparatos de lavado constituye un descuido. Lo óptimo es solicitar la atención de un técnico especializado para que pueda realizar la tarea de manera apropiada. Este experto no solo efectuará una revisión exhaustiva del sistema, sino que también llevará a cabo la limpieza y eliminación de bacterias y residuos acumulados en el interior del equipo.
En el caso de estas últimas, es recomendable llevar a cabo una higienización utilizando un paño humedecido con agua y jabón en la región de las axilas, mientras se espera el momento de enviarlas a la tintorería.
7. Permitir que se mezcle con otros olores
En ciertos hogares, el espacio destinado para la lavandería puede ser reducido. En ocasiones, este espacio se encuentra contiguo a la cocina, lo que facilita la absorción de olores de comida por parte de la ropa.
Por este motivo, es recomendable programar el lavado de la ropa de manera que no coincida con la preparación de las comidas, especialmente si se están cocinando carnes o pescados. Además, es fundamental evitar cualquier exposición a humo de cigarrillos u otras sustancias que puedan impregnar olores en las prendas.
De acuerdo con el estudio denominado "Origen, Impacto y Erradicación del Mal Olor en la Ropa Sucia", se han identificado seis componentes químicos responsables de este desagradable olor a sudor. Además, se ha detectado la presencia de determinadas bacterias que contribuyen a la intensidad del mal olor.
En este sentido, mantener una adecuada limpieza personal y emplear desodorantes que prevengan los olores desagradables resulta esencial para prevenir la propagación de estas bacterias.
Usa los productos adecuados
Luego de identificar algunas de las causas que generan malos olores en la ropa, es fundamental destacar la relevancia de emplear los productos apropiados para su lavado. Además de los productos químicos convencionales, alternativas como el vinagre blanco pueden resultar beneficiosas. Simplemente, se puede añadir un poco de vinagre blanco durante el enjuague de las prendas.
Además, el bicarbonato y el limón se presentan como magníficos compañeros en la lucha contra los olores desagradables. Estos elementos no solo contribuyen a una limpieza sobresaliente, sino que también poseen propiedades antibacterianas que garantizan la impecabilidad de las prendas.
En otra instancia, se pueden colocar sachets de popurrí en el armario para aromatizar la ropa, además de emplear fragancias especialmente diseñadas para textiles.
Copyright © Todo Jujuy Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas. Derechos de autor reservados.