La tarta invertida de manzana es un clásico de la repostería que combina el sabor dulce del caramelo con la frescura de las frutas. Ideal para acompañar el café o el té, esta receta es sencilla de hacer y no requiere de técnicas complicadas. Con ingredientes básicos que probablemente ya tengas en casa, en menos de una hora podés tener una tarta deliciosa lista para compartir con esta receta.
Ingredientes
150 gramos de azúcar (3/4 de taza) para el caramelo.
3 manzanas medianas o 2 grandes.
2 huevos.
Media taza de azúcar (100 gramos).
Media taza de aceite (120 ml).
1 taza y 1/4 de harina leudante (160 gramos).
Esencia de vainilla al gusto.
Manteca para pincelar el molde y agregar a las manzanas.
Preparación del caramelo El primer paso para hacer esta tarta es preparar el caramelo. En una sartén, derretí 150 gramos de azúcar a fuego medio, removiendo hasta que se disuelva completamente y tome un color dorado. Luego, verté el caramelo en el molde que vas a utilizar, distribuyéndolo uniformemente para cubrir todo el fondo.
Preparación de las manzanas Mientras el caramelo se enfría y se solidifica, pelá las manzanas y cortalas en rodajas finas. Reservá las manzanas para el armado posterior de la tarta.
Mezcla de la masa En un bowl grande, batí los dos huevos con media taza de azúcar y agregá la esencia de vainilla. Luego, incorporá la harina leudante y el aceite. Batí bien la mezcla hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
Armado de la tarta Con el caramelo ya frío y solidificado en el molde, pincelalo ligeramente con manteca. Acomodá las rodajas de manzana en el fondo, cubriendo toda la superficie. Sumá algunos trocitos de manteca sobre las manzanas para realzar su sabor. Finalmente, verté la masa sobre las manzanas, asegurándote de que quede bien distribuida.
Cocción y desmolde Llevá el molde al horno precalentado a 180°C y cociná la tarta durante unos 35 minutos, o hasta que esté dorada y cocida por dentro. Para comprobar la cocción, insertá un palillo en el centro; si sale limpio, la tarta está lista. Retirá del horno y dejá enfriar unos minutos. Despegá con cuidado los bordes y desmoldá la tarta mientras aún está tibia.
