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SUSCRIBITE La efectividad es un aspecto clave, determinante, para conseguir un triunfo. Y Colón cumplió con creces en esa materia. Así, necesitó de apenas seis llegadas al arco rival para meterle cuatro goles a Vélez, y festejó un glorioso 4-2 en el Amalfitani. Encima, le aguó la celebración a Cubero, quien alcanzó el récord de presencias en el Fortín con 457, igualando a Pedro Larraquy.
Ya a los cinco minutos, una flojísima salida de Montoya derivó en un cabezazo de Gigliotti y el primer gol de Colón. El Sabalero entendió que el negocio estaba por la izquierda del Fortín, donde Bíttolo no podía frenar las subidas constantes de Caire, e hizo desastre por esa zona.
Así, llegó el segundo, y el tercero. Ahí, lejos de importarle que el reloj apenas marcaba 35’, Gareca metió mano de apuro: borró a Bíttolo, mandó a Peruzzi a la cancha de volante por derecha, y Bella pasó de falso lateral por izquierda. El equipo reaccionó, cambio la cara desde lo táctico, y llegó el descuento gracias a Cabral.
Pero la segunda mitad encontró a un Vélez desesperado que, cuando consiguió el 2-3 de la mano de Pratto, volvió a cometer los errores de la primera parte y rápidamente sufrió el 4-2 de Curuchet. Flojísimo partido del Fortín, que perdió la posibilidad de quedar como único puntero.
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