Era un partido importante para los Locales, por su condición y por que venía envalentonado con el triunfo ante Olimpia del Viernes anterior, como tal salieron a jugarlo. La visita venia de vencer a La Unión de Orán por un triple, con el desgaste físico que significa. Ambos se prodigaron por el triunfo y el espectáculo, pero mostraron falencias técnico – tácticas, que hicieron del encuentro un partido vibrante, por la paridad entre ambos, pero poco vistoso.
El primer parcial, fue parejo aunque Rio Grande que mostraba como siempre los acostumbrados errores en defensa, aprovechó la poca efectividad de los santiagueños y el juego lento que le imprimió a su equipo el “Mocho” Small, además de una llamativa efectividad en los tiros libres. Los primero diez minutos finalizaron 26 a 18.
En el segundo parcial, que mantuvo la tónica de juego, mostró a la Visita mas metido en el juego y las marcas, Rio que hasta acá, había tenido buena circulación de pelota, encontró menos espacios para tirar desde el perímetro o para transiciones cortas, en defensa seguían el desacople y los relevos no llegaban a tiempo, Con todo eso el parcial terminó 12 – 21 y se fueron al descanso largo con el marcador 38 – 39.
Estaba claro, que el partido era de final abierto, la paridad en el juego existía y ambos tenía cosas para corregir.
El tercer parcial fue lo mejor del “Azucarero”, pues hizo los deberes en defensa, cuando obtuvo la pelota salió en velocidad, alternando con ataques fijos, Avellaneda, sorprendido por la intensidad en el juego, trató de acomodarse pero Rio Grande no se lo permitió. El parcial terminó, 27 – 14 y el marcador indicaba 65 – 53.
Aunque diez minutos en Básquet es mucho tiempo, dicen los que saben que “hay que jugarlos”. Los últimos diez, con toda la carne en el asador, ambos salieron a quemar las naves, Gustavo Fernández en la visita y José Miguel Bustamante en el Local tomaron las riendas de cada avance, el juego aumento en emoción e intensidad, pero solo uno hizo bien las cosas, aquel que utilizó mas la inteligencia que el corazón, ese fue N Avellaneda, que manejó mejor cada ataque, limó las diferencias y aprovechó el manojo de nervios y descontrol en lo que se transformó Rio Grande, que, se desordenó en defensa y exageró en el individualismo.
El resultado del parcial fue 4 – 21 y el final fue 69 – 74. Como corolario, una vez más se demuestra que en cada juego el corazón es necesario, pero la inteligencia es impresindible.
Rio Grande ahora, recibirá en próximo domingo 14 de Febrero en el Rene Raúl Romero a las 21:00 a Tucumán B B.
Los dos primeros parciales se jugaron con intensidad y corazón, en Rio Grande tomo la posta Walter Lezcano, con buena efectividad en los lanzamientos especialmente en los Tiros libres, el balance defensivo fue bueno a pesar de algunos desacoples en los relevos, además, en ofensiva las transiciones rápidas que tuvieron un buen final, le permitieron al azucarero ganar el parcial 24 – 13.
Los segundos diez minutos, se desarrollaron con la misma tónica, los salteños buscaban limar las diferencias y los de Eduardo Barraza, sostenían la diferencia, acá apareció en el Local Jhonatan Struziat, quien durante los minutos en que estuvo en canchan, solo cumplió con el objetivo defensivo sino que también se dio el lujo de cerrar un par de ataques con rompimientos individuales.
En La Unión no aparecía la solución a pesar del esfuerzo de Guido Garnica, quien intentaba ordenar a sus compañeros, Ponce, Messa, Mazarelli, no hallaban la manera de desequilibrar las defensa de Rio Grande. Se fueron al descanso largo con el parcial 19 – 18 y el marcador indicaba 43 – 31.
Tal como viene sucediendo en las últimas doce fechas, en algún momento de los partidos, (en esta oportunidad fue el tercer parcial) marca en el azucarero un llamativo cambio de actitud, falta de memoria, desobediencia, individualismo, apresuramientos, en definitiva un descontrol en las acciones que sólo le han beneficiado a los contrarios, de hecho, en sólo tres minutos La Unión de Oran recortó a la mitad las diferencia de puntos que tenía al inicio de tercer parcial; en ese momento sale del campo de juego con una lesión en su tobillo izquierdo Walter Lezcano, hasta ese momento uno de los que sostenían al azucarero junto a Santucho, Calorio. A partir de ese momento el nerviosismo completó el cúmulo de problemas para Rio Grande. El partido de ponía duro, y en la visita aparecían, Messa, Mazzarelli y compañía. El parcial terminó 17 – 23 y el marcador indicaba 60 – 54.
En el último parcial, Rio Grande no encontró el modo de salir del desorden y por el contrario, los salteños aprovecharon todos y cada uno de esos errores, para cristalizar en el marcador, la diferencia que a la postre le sirvió para salir del fondo de la Tabla de Posiciones.
Fue otra derrota del azucarero, 73 – 80, que deberá en la próxima fecha recibir a Mitre de Tucumán, también en condición de local
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