El delantero Dylan Prichett-Ettner realizó una definición de esas que pocas veces se vieron y se verán en una cancha. Su peculiar forma de terminar la jugada de ataque se dio en el marco del partido que disputaron las escuelas secundarias de ThunderRidge y Columbine, en los Estados Unidos.
El jugador de la visita recibió un pase largo que partió desde la defensa, quedó mano a mano con el arquero y, para evitar el choque en velocidad, lo eludió con un salto mortal. La pelota le quedó en el rebote y convirtió el gol.
Pero la excepcional ejecución de Prichett-Ettner no tuvo un final feliz: la conquista fue anulada por posición adelantada. Aún así, su anotación recorrió el mundo.