Fue un partido raro. Por la última derrota de Zapla que bajó la ilusión. Y porque la Copa Argentina no es el gran objetivo. Pero claro que una victoria le sumaria dinero fresco y levantaría un ánimo caído luego de la derrota con Juventud. Pero no pudo ser.
Comenzó mal desde el arranque, ya que a los 4 minutos el partido se detuvo por una considerable baja en la capacidad lumínica del estadio que hizo imposible jugarlo. Y cuando se reanudó, un rato después, el que no mostró luces fue el equipo de Godoy.
Con poco futbol, los locales buscaron arrimarse con más ganas que juego. Y Gimnasia, con algunos experimentados, aprovechó lo que generó. Y el golpe llegó cuando Amieva, aprovechando un rebote, puso la ventaja. Y el “merengue” sumó desesperación, que ciega y no deja claridad.
Todo el primer tiempo fue de la visita. Con la idea de hacer rotar la pelota y aprovechar espacios. Y así apareció el segundo. Aguirre de penal, puso un 2 a 0 que parecía irremontable. Por el juego de uno y de otro.
El segundo tiempo fue parecido, con un Zapla un poco más ambicioso. A los 6 la anularon un gol que podía haber sido esperanzador. Pero después todo siguió igual. Un monologo del “albo” que aumentó la ventaja con Amieva y pudo hacer algún gol más.
Remontar el resultado en Salta no es imposible, pero si complicado. Cambiar el chip y pensar en el Federal es una obligación. Y mejorar el juego, aun más.
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