Después de dirigirlo en El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Andrew Dominik no tenía dudas acerca de quién sería el hombre para el papel. Le mandó un mensajito de texto, confiado, decidido. Decía, en pocas palabras, si le interesaba ser Jackie Cogan en Mátalos suavemente. Brad Pitt respondió con un "Yes" inspirador. El motor volvía a encenderse para un proyecto soñado por mucho tiempo y, casi tres años después, el filme llega esta semana a las salas cordobesas, con la promesa de acción estrepitosa y Pitt en el rol de un sicario impresionable.
El peso específico del argumento, además de acción vertiginosa, recae sobre el perfil del asesino que compone Brad, un hombre duro que vive de matar gente a pedido, pero que tiene serias dificultades para soportar el lamento y las súplicas de sus víctimas, por lo cual elige matarlas siempre a la distancia. En este caso, la misión lo invoca a un escenario sórdido: la mafia de las apuestas en plena crisis económica.
Recién salido de cumplir condena, Johnny Amato (Vincent Curatola) convoca a Frankie (Scoot McNairy), un ex compañero de andanzas y prisión, y a Russell (Ben Mendelsohn) un adicto poco confiable, para quedarse con la banca de una mesa de apuestas que maneja Markie Trattman (Ray Liotta). El problema es que ninguno de los tres tiene las destrezas ni la maldad necesaria para imaginar las consecuencias de tremendo golpe y salen del asalto con un botín que no podrán controlar. El robo desencadena una crisis que desestabiliza a los capos de la mafia apostadora y para remediar el problema acuerdan contratar a Jackie Cogan para cazar a los infelices.
Como si se tratara de una avalancha, el primer y mínimo movimiento pone en marcha una serie de eventos cada vez más grandes y desafortunados, que involucra cada vez a más mafiosos y estafadores que comienzan a perseguirse y a buscar venganza. En medio del caos, Jackie es el hombre frío, el que llega a hacer un trabajo y poco le importa a quién beneficia. "América no es un país, es un negocio. Así que ahora págame", dice, con los ojos fijos, la barba candado bien prolija y la melena peinada para atrás.
Sociedad criminal
Después del éxito de crítica y público de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Dominik y Pitt vuelven a encontrarse para bucear en aguas delictivas, asesinos despiadados y retratos complejos de criaturas oscuras, en escenario naturales de Nueva Orleans. Luego de su estreno en la última edición del Festival de Cannes, el filme fue descripto como una mezcla de Buenos muchachos, Pulp Fiction y Los Soprano, mientras que la actuación de Brad funciona como llamador de audiencias.
El rol de hombre duro le viene cayendo bien desde Bastardos sin gloria y la veta seguirá rindiéndole frutos. "Grandes personajes, grandes diálogos y un argumento muy simple", dice el director, sobre las claves de la novela Cogan's trade, escrita en la década de 1970, y cuya lectura lo hizo decidir llevarla al cine. "Primero imaginé el filme como un drama, pero mientras más me metía, me di cuenta de que se trataba de la historia de una crisis económica, una crisis en la economía criminal sostenida por las apuestas. En otras palabras, el microcosmos de una historia más grande que se desplegaba en América en ese momento", agrega el realizador.
Acerca de la elección de Brad Pitt para el personaje central del filme, Dominik aseguró que desde el principio tenía al actor en mente para el rol, aunque estaba seguro de que no iba a interesarle participar de un proyecto de bajo presupuesto. Por eso fue vía SMS, casi sin esperanzas y que su respuesta positiva, casi inmediata, transformó el proyecto en una gran empresa.
Acerca del paisaje humano de los personajes del filme, Dominik elige hablar con franqueza: "Siempre sentí que los dramas criminales son esencialmente acerca del capitalismo, ya que muestran su ideología funcionando en su modo más básico. También es el único género donde está aceptado que los personajes están motivados nada más que por el deseo de dinero. Nadie tiene valores familiares, ni persiguen sus sueños ni tienen esa mierda moral", apunta. En Mátalos suavemente, la población de criaturas hace cualquier cosa por un dólar, pero ellos no tienen idea de lo infelices que son, anestesiados por drogas, sexo, alcohol, sin poder mirar a sus víctimas a los ojos. "Cuando me di cuenta, lo pensé enseguida: esto tiene que ser una comedia", concluye.
Mátalos suavemente
Dirigida por Andrew Dominik. Con Brad Pitt, Ray Liotta, James Gandolfini, Sam Shepard, Richard Jenkins. Avant premiere martes a las 20 en Dinosaurio Mall Ruta 20 (Av. Fuerza Aérea 1700).
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