Arrancó la gestión Milei 2024 y el primer trimestre se transformó en un tiempo muy complejo. La licuadora y la motosierra, a full, generaron un parate sin precedente en la economía de todos los argentinos. No solamente se seco la plata y se dejó sin circulante en la calle, sino que también la actividad económica -en general- comenzó a sentir de lleno el freno de todas las actividades.
Las provincias, en este marco, no sólo sufrieron la merma de su recaudación propia y de la coparticipación federal, sino que además dejaron de recibir el envió de fondos del subsidio al transporte, del plan Incluir (plan de salud destinado cubrir los tratamientos médicos de alto costo) de los fondos del FONID para la educación, de los envíos discrecionales que el Estado nacional suele mandar y del financiamiento para llevar adelante la obra pública.
No hubo ninguna actividad en la economía nacional que no haya caído. Tal vez el derrumbe más importante sea el de la construcción, pero también cayó la industria, cayó el comercio en general, cayó la venta de autos, cayó la venta de motos, entre otros tantos rubros.
Como era de esperarse, el empleo también sufrió el impacto de este parate económico y mostró una caída importante. En la construcción, se habla de más de 100 mil empleos que se cayeron de forma directa, a los cuales hay que sumarle un importante cese laboral en todas aquellas actividades que funcionan a partir del derrame de la actividad.
A esto, hay que agregarle la merma de los empleos en el Estado nacional, donde se dejó sin contrato a mucha gente y se produjo una reducción muy fuerte de personal. Las provincias y los municipios siguieron esta misma línea y también dejaron afuera a mucha gente.
Ahora, más allá de este complejo panorama, tenemos que decir que llegó el mes de abril y se espera que el mismo sea aún más difícil que los anteriores.
A la crítica situación que vive la clase media por la devaluación, el proceso inflacionario, la suba de la nafta, la suba de muchísimos impuestos, la suba de los peajes, etc., tenemos que sumarle hoy el arribo de los tarifazos.
Para el caso de la energía, ya comenzaron a llegar a los domicilios facturas con importantes incrementos. Aumentos que van del 300, 400 y 500%, y en algunos casos, de hasta un 1000%. Un impacto que se va a hacer sentir en los hogares, pero también - y de manera muy importante – en sector de las Pequeñas y Medianas Empresas.
Abril también va a ser un mes signado por la suba del gas. El nuevo cuadro tarifario comenzó a regir a partir del 3 de abril y se espera que el mismo tenga impacto en las boletas que comencemos a recibir a fines de mayo.
El agua, para el caso de quienes viven en el AMBA, no va a quedar afuera de estos aumentos. La empresa AYSA anunció un incremento del 209% en el servicio y la puesta en vigencia de una actualización mensual de las tarifas.
Por último, en el complicado tema del transporte público de pasajeros, donde sólo el AMBA sigue recibiendo subsidios nacionales, es vox populi que se pueda suceder una nueva actualización tarifaria. El piso de los 700 pesos no estaría siendo suficiente y el valor del boleto se podría ampliar a los 1000 pesos.
Alerta por dengue
El mes de abril también va a ser complicado en materia de dengue. La masiva proliferación del mosquito Aedes agiptys en todo el territorio nacional parece haber encontrado al Gobierno nacional con la mirada puesta en otros temas. Tal es así que no habla del tema, no le da la importancia que tiene, no prepara el terreno para enfrentar la situación y encuentra, incluso, hasta al propio Ministro de Salud en un silencio absoluto.
Un ejemplo de esta falta de conducción y de interés, es el debate que hoy se instaló en torno a la aplicación, o no, de la vacuna contra el dengue desde los medios de comunicación y desde las organizaciones de especialistas
Desde la cartera oficial, ante tal situación, se salió a responder con una ambivalencia muy marcada. Primeramente, se dijo que no se iba a incluir en el calendario nacional de vacunación; luego, con la aparición de un informe de la Comisión nacional de Inmunizaciones, el Ministro se desdijo y señaló que se podría considerar la inclusión de la vacuna en el cronograma; pero, a menos de un día de haberse sucedido está reversión, Mario Russo volvió para atrás y expresó que no se iban a someter a las fuertes presiones que ejercían los laboratorios (como ministro, si esto es verdad, debería realizar las denuncias correspondientes ante la Justicia).
Ante semejante desconcierto, era de esperar que también hicieran sus aportes ministros de Salud de otras jurisdicciones. Fernán Quiroz, titular de la cartera de CABA, anunció que se va a vacunar y que se va a focalizar en zonas endémicas; en tanto que Nicolás Kreplak, de la provincia de Buenos Aires, dijo que ellos van a realizar estadísticas y que van a preparar para el año una decisión en función de los números que se desprendan de la situación actual.
En el caso de Jujuy, el ministro Gustavo Bouhid comunicó que la provincia va a tomar un criterio similar al que decida Nación, así que por ahora no va a haber una política de vacunación.
Lo cierto es que este debate y el miedo que tiene la sociedad generó una gran discusión en esta semana paso. No hay una política definida y el Estado nacional parece estar huérfano de políticas en este sentido. El presidente Javier Milei no habla de este tema y el Ministro, hasta acá, recién empieza a dar a conocer su voz.
Miradas en común
Para terminar con este arranque particular del mes de abril, tenemos que sumarle la visita de la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura J. Richardson, quien arribó a nuestro país para llevar adelante diversas acciones y poner nuevamente sobre el tapete la preocupación del Gigante del Norte por la injerencia de China en América Latina.
En suelo argentino, la Generala norteamericana -que contó en todo momento con el acompañamiento del presidente Javier Milei- visitó Ushuaia para brindar su respaldo al trabajo conjunto que llevan adelante las fuerzas militares de ambos países y participó de la entrega simbólica de un avión Hércules al país por porte de los Estado Unidos.
Todo esto, ni más ni menos, significó una demostración cabal de un cambio muy importante en el posicionamiento geopolítico de la Argentina y una ratificación de un alineamiento muy profundo, en materia de política exterior, con la tierra del Tío Sam.
A la luz de todo lo que paso - y de lo que puede llegar a pasar-, sin lugar a dudas, abril puede llegar a ser un mes muy difícil, o no, para el Estado nacional.
Solo el tiempo dirá que tan fuerte fue el impacto de este cuarto mes del año y de cómo esto repercute en el humor social de la gente.
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