Las termas del Río Jordan
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En el cauce del río Jordán, se encuentran las aguas termales sulfurosas de un intenso color turquesa. Ubicado a una altura promedio de 1000 m.s.n.m. En los últimos 200 metros de su cauce, el río Jordán se mezcla con el río termal que surge de una vertiente en el mismo lecho. El camino comienza en una explanada a aproximadamente 1 km de San Francisco, en dirección al Parque Nacional Calilegua. Puede realizarse a pie o a caballo. La dificultad del mismo es media en su mayor extensión y posee alta dificultad en la zona de descenso al río Valle Grande. Es una travesía de aproximadamente 16 kilómetros (ida y vuelta) que se realiza en unas 7 horas. Se puede hacer de mayo a noviembre únicamente.
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La caminata a las termas del río Jordán tiene una dificultad media. No se debe salir de los senderos ya que es fácil perderse. El calzado debe ser el adecuado para una caminata en la montaña. Es una buena idea avisar en algún lugar del pueblo que se va a realizar la caminata. En San Francisco se pueden alquilar caballos y contratar guías para hacer diferentes senderos.
El Paseo de los Colorados y Cerro de 7 colores:
El contraste de los colores de los cerros se ve majestuosamente levantado en la localidad de Pumamarca,
Tierra de múltiples colores, Jujuy alberga uno de los trece Patrimonios Mundiales que existen en el suelo argentino: la Quebrada de Humahuaca, con todos sus paisajes impactantes y sus pueblos con encanto que reciben viajeros todo el año.
Purmamarca no se ubica sobre la ruta 9, sino a 3 Km al oeste de la misma, sobre la ruta 52. Cuando uno viaja desde Jujuy o desde Tilcara, hay que asegurarse de que el colectivo “entre” literalmente a Purmamarca. Si no habrá que caminar 3 kilometros por la ruta 52, desde la ruta 9, mejor averiguar antes.
El cerro de los Siete Colores, la estrella del lugar, observa la vida del pueblo como un guardian. El ritmo de Purmamarca es tranquilo. Para poder apreciar el cerro en toda su dimensión existen una serie de miradores a los que se puede acceder sin mayores esfuerzos. Para saber cuáles son pueden ir a la oficina de turismo, justo al lado del pequeño Cabildo de la ciudad y pedir un mapa. Hay unos cinco o seis puntos que cumplen el rol de miradores.
El Paseo de los Colorados es una breve caminata en la que uno siente que “se mete” en el Cerro de los Siete Colores. Uno espera encontrarse con muchos tonos de rojos, pero nunca se imagina tantos de grises, verdes y hasta algún lila o violeta, según cómo pegue el sol. La naturaleza en este pedacito del mundo no escatimó en nada, desparramó belleza.
Las serranías del Hornocal
Las serranías son parte de una colorida formación calcárea llamada Yacoraite –vetas superpuestas de distintos colores–, que se extiende en línea desde Perú, bajando por Bolivia y la Quebrada de Humahuaca. Las serranías del Hornocal están a 25 kilómetros de la ciudad de Humahuaca a 4761 metros sobre al nivel del mar y no son muy conocidas porque se llega por un angosto camino de ripio, inaccesible para los autobuses turísticos. Pero sí se puede ir con cualquier otro vehículo común, manejando con cuidado.
La imponente masa rocosa de miles de colores llamada Serranías de Hornocal permite sensaciones indescriptibles. Es una formación única en su dimensión, cantidad de colores y formas extrañas de picos y en forma de “U”. Son muy pocos los turistas privilegiados que llegan al lugar, porque el camino es largo e inaccesiblepara los autobuses turísticos. Pero sin dudas, brindará un momento únicopara quien la visita.
Las Salinas Grandes
El nombre de “grandes” es porque se trata del tercer salar más grande de Sudamérica con una extensión mayor a las 12 mil hectáreas a cielo abierto. Están situadas entre las Rutas Nacional 52 que une Susques con Purmamarca y la "vieja" Ruta 40 (Ruta 1v40) entre San Antonio de los Cobres y Abra Pampa. Una de las áreas más blancas que puedan encontrarse en la Argentina y con una textura de robusta dureza que será necesario apreciar de cerca para comprender.
Situada a unos 190 kilómetros de la capital provincial, las Salinas Grandes captan la atención de los visitantes de todas las edades y despiertan gran creatividad al tener cámara en mano. Una inmensa depresión totalmente despoblada que se vuelve aún más atractiva si unas horas antes llovió. Donde sólo residen los artesanos que trabajan la sal y ofrecen objetos delicadamente tallados con picos y hachas.
Si bien el acceso es relativamente fácil, subiendo cuesta y serpenteando hasta superar los 4.100 metros. En caso de hacerlo de forma particular, es importante cargar suficiente combustible, llevar alimentos, aunque en el área hay un restaurante, lentes de sol para proteger la vista y calzados livianos para chapotear en este verdadero espectáculo.
Parque Nacional Laguna de los Pozuelos
Al noroeste de la provincia, en plena región de la Puna, se encuentra una extensión de 16 mil hectáreas que, cerca por las sierras de Cochinoca y San José, acoge a una de las mayores concentraciones de aves del país.
Ubicada entre las localidades de Rinconada, Lagunillas, Yoscaba, Cieneguillas y Pozuedlos, fue declarada Monumento Nacional en 1981 y, nueve años más tarde, “zona intangible” de la reserva que lleva su mismo nombre.
Con cerca de 30 mil ejemplares de flamencos de las tres especiales argentinas, Laguna de los Pozuelos se convirtió en uno de los destinos favoritos para realizar eco turismo.
Los amantes del avistaje llegan a Parque desde San Salvador de Jujuy por la ruta nacional 34, pocos metros después del puente sobre el río San Lorenzo, a 120 kilómetros de San Salvador de Jujuy, para luego tomar la provincial 83 donde está ubicado el ingreso al área protegida.
Sobre la laguna y en sus contornos se puede avistar a más de 90 especies aladas, algunas de las cuales sólo se dejan ver por la Puna y los Altos Andes. Además de los flamencos, se pueden observar grandes cantidades de patos como el maicero y el barcino, así como el puna, exclusivo de la región, de capucho oscuro y pico celeste azulado.
Este Monumento Nacional carece de servicios turísticos, con entrada libre y gratuita, los visitantes se alojan en Abra Pampa, a 50 kilómetros del parque, donde hay cuartos residenciales, comedores y estaciones de servicio.
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