La vida de muchas personas de la comunidad LGTB es muy dura ya que los prejuicios sociales y la discriminación que existe en Jujuy y en el país las golpean duro a tal punto de llevarlas a sufrir problemáticas graves. La historia de Sara Correa tiene que ver con eso, pero también con un espíritu de resiliencia indomable que la llevó a romper estigmas y apostar a la solidaridad.
Diversidad y solidaridad: la historia de Sara Correa
Además de ser una de las abanderadas en Jujuy de la lucha trans y de toda la comunidad LGBT participando en varios espacios sociales y políticos, está muy ligada a la solidaridad y a combatir la pobreza.
Tiene 31 años, vive en San Pedro y cuando era niña vivió en Buenos Aires. De su madre aprendió a ayudar a los demás debido a que ella colaboraba en Cáritas, pero también desde muy pequeña aprendió lo que es la discriminación de la sociedad en la escuela y a sobrellevar eso que lamentablemente sigue ocurriendo en los niños y niñas.
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A los ocho años comenzó a identificarse con el género femenino y el apoyo de su madre fue clave para seguir adelante. Con el correr de los años se vino a Jujuy y conoció otras duras realidades por la que atraviesa la comunidad LGTB, y lejos de quedarse con los brazos cruzados apostó por la lucha y la ayuda social.
Este sábado habrá una marcha de la comunidad LGTB en Jujuy y será desde las 17 en Plaza Belgrano
Cambiar el pensamiento de la sociedad
Actualmente Sara Correa pertenece a la organización LGTB y Federación de Tierra y Vivienda del partido Miles, y es una de las primeras mujeres trans de Jujuy en postularse en una elección. "Estamos haciendo un trabajo social, llegando a los barrios más vulnerables. Tenemos merenderos y comedores que la mayoría son sostenidos por compañeras trans y miembros de la comunidad LGTB", mencionó Sara Correa en diálogo con Todo Jujuy.
"Yo quiero cambiar el pensamiento que la gente tiene hacia nosotras a través de la solidaridad. Yo empecé con un merendero, que éramos todas chicas trans y así fuimos abriendo cada vez más y abarcando más espacios. Queremos visibilizar y que se normalice ver a una persona trans en la sociedad, porque siempre la gente tiene un pensamiento de que somos drogadictas, borrachas o prostitutas", añadió.
"Nunca quisimos enfrentarnos a la sociedad, sino que nos miren de otra forma. Yo siendo trans y estando al frente de una organización tuve que enfrentarme al mundo machista", señaló.
Por último destacó que hace mucho hincapié en los jóvenes a través de un espacio cultural a fin de contenerlos y sacarlos de las problemáticas, también están por abrir una Casa de la Mujer en San Pedro.
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