Monóxido de carbono, el enemigo silencioso que mata sin avisar

El monóxido de carbono es un gas venenoso y muy peligroso porque no tiene olor, pero puede provocar la muerte en minutos. Se produce por la mala combustión de un artefacto defectuoso.

“El artefacto consume oxígeno y hay que considerar esa situación”, detalló Mamaní, y agregó que en Jujuy “hay conciencia y prevención”. Además dijo que aquellos que usan salamandras, si o si deben tener ventilación o chimenea porque esos aparatos también “generan monóxido también”.

Las víctimas no se dan cuenta de que se están intoxicando hasta que aparecen los primeros síntomas: dolor de cabeza, náuseas, palpitaciones, vómitos y mareos.

“Los artefactos más seguros son los eléctricos, pero el consumo es alto”, dijo el responsable del cuerpo de Bomberos, y aconsejó que “hay que recurrir a un gasista matriculado que revise las instalaciones”.

Algunos de los consejos básicos para prevenir intoxicaciones son no usar artefactos que no sean de tiro balanceado en dormitorios y baños; no dormir con estufas prendidas, dejar al menos 10 centímetros abierta una ventana y nunca usar hornallas y/o el horno para calefaccionar.