Tienen 1239 casos de coronavirus y solo una muerte: una anciana con enfermedades previas. Relata la periodista del Washington Post Anna Fifield que desde hace menos de dos semanas, las restricciones son tan fuertes que no se puede ir a la playa a nadar ni salir a cazar. Primero, porque no son actividades esenciales, y segundo, porque en caso de accidente, implicarían un desvío de recursos dedicados a contener la pandemia. En este país del fin del mundo, todos mantienen la distancia de dos metros con otras persona en las filas y ya experimentan la escolarización en las casas.
Nueva Zelanda demoró 10 días solamente en demostrar que el objetivo de "eliminar", en lugar de contener, al coronavirus está funcionando. Aumentan los testeos y disminuyen el número de contagios nuevos. De hecho, tienen más pacientes recuperados que nuevos casos diarios. Y la primera ministra Jacinda Ardern, es inflexible: el país deberá completar cuatro semanas de cuarentena -dos ciclos completos de los 14 días de incubación del virus- antes de flexibilizar las restricciones.
Nueva Zelanda depende por completo del turismo. Pero cuando el coronavirus devastaba Italia y comenzaba a crecer sin tregua en Estados Unidos, Ardern cerró por completo las fronteras para extranjeros. Dos días después, en un mensaje por televisión, anunció un plan de respuesta al coronavirus de cuatro etapas; la última sería la cuarentena total. Y eso fue lo que decretó, respaldada por dirigentes nacionales y a pesar de rebeldes y críticas.
Mientras otros países trataron de ralentizar el avance del coronavirus y aplanar la curva, Nueva Zelanda directamente intentó eliminarla. Y hoy muestra una evidente desaceleración en los contagios. Se trata de "un triunfo de la ciencia y del liderazgo", según Michael Baker, profesor de salud pública de la Universidad de Otago y uno de los máximos epidemiólogos neozelandeses. "Algunos países optaron por el gradualismo, pero nuestro enfoque fue diametralmente opuesto", dijo.
Y finalmente, Baker señaló que, aunque las restricciones internas a la vida cotidiana podrán flexibilizarse, Nueva Zelanda no volverá a permitir el ingreso libre al país hasta que el virus deje de circular por el mundo o hasta que surja una vacuna.
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Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda.
Un caso latino: Guatemala
El 13 de marzo pasado este país del Caribe tuvo su primer caso importado de coronavirus: un hombre de 85 años que llegó de Italia con fiebre. Sus familiares recibieron órdenes estrictas de quedarse en sus casas y cumplir una cuarentena.
El columnista venezolano radicado en Estados Unidos, Moisés Naím, indicó en diálogo con El Mercurio que el gobierno guatemalteco “tomó medidas acertadas y oportunas”. El primer contagiado falleció dos días después su llegada. Al día siguiente, Guatemala suspendió las clases, decretó el cese de las actividades no esenciales, la suspensión del transporte público y el cierre de fronteras. Casi una semana después, el presidente Alejandro Giammattei -es un médico retirado-, impuso un toque de queda desde las 16 hasta las 4.
Desde el 4 de abril y hasta el 12, hay una cuarentena de cada provincia para evitar que la población se traslade. La medida llegó después de la segunda muerte. También “acordonaron” las ciudades donde hay contagios y el Ministerio de Salud las revisa casa por casa. Las únicas excepciones a la "cuarentena departamental" son el transporte de alimentos, remedios, productos sanitarios y mercadería de primera necesidad. 27 días después del primer caso, tiene tan solo 87 contagios.
Wuhan, el comienzo y el fin en China
Ha sido el foco de inicio del brote que hoy afecta al mundo entero y esta semana, por fin, han comenzado su liberación. Los 11 millones de habitantes de la ciudad China de Wuhan celebraron el final de un encierro de dos meses y medio. Oficialmente, murieron casi 2.500 personas, aunque números extraoficiales hablan de más de 40.000 fallecidos por coronavirus.
China presume que sus medidas extremas de aislamiento -primero de la ciudad entera hacia afuera y luego de sus ciudadanos en sus casas- han sido el éxito para controlar y detener la infección dentro del país. A tres meses del inicio del caos, ha controlado al monstruo.
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Los chinos vuelven a las calles pero con precauciones por temor a un rebrote de coronavirus./ AFP
Taiwán vs. China y la OMS
Es una isla de 23,78 millones de habitantes ubicada a 130 kilómetros de China y reclamada por el gigante asiático como propia, por lo que está excluida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales, a pesar del pedido de su inclusión de estados como Canadá y Japón. Así y todo, hasta ahora, registró tan solo 380 casos y 5 muertes por el brote.
Este país no solo no ha seguido los consejos de la OMS, sino que la acusa de no comunicar a tiempo información importante sobre la transmisión del virus entre humanos, lo que el gobierno de Taipei, la capital, aduce haber advertido el 31 de diciembre a través del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) , un marco de la OMS para el intercambio de datos de prevención y respuesta ante epidemias entre 196 países. Esto, dicen en la isla, ralentiza la respuesta global al coronavirus ya que la información no fue difundida a otros países. Recién el 20 de enero el Ministerio de Salud de China confirmó la transmisión de persona a persona.
Para controlar la epidemia isla adentro, Taiwán combina vigilancia temprana, medidas proactivas e intercambio de información con la población, además de análisis de big data y plataformas en línea. Y no ha tomado las medidas draconianas de China.
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Soldados participan en un simulacro organizado por el gobierno de Taiwan para evitar la propagación del coronavirus. / AFP
Los focos del descontrol y lo que viene
Estados Unidos, España e Italia
En ese orden, Estados Unidos, España e Italia son los focos más fuertes de la pandemia y los países que encabezan el podio de contagios. Han demorado en imponer cuarentenas y la cantidad de contagios los ha sobrepasado. Sin embargo, en los últimos días, los datos de los dos países europeos y del estado de Nueva York, el más castigado por el coronavirus, confirmaron tendencias de bajas de contagios. Señal de que los confinamientos, aunque tardíos, comenzaron a funcionar. También comienza a observarse una caída en el número de ingresos a los hospitales y en unidades de terapias intensivas.
Hasta ahora, Italia es el país con más muertes. Ya cuenta 17.669 y tiene 139.000 contagios. Sin embargo, según las cifras oficiales, tuvieron la menor suba de nuevos casos desde el 10 de marzo, lo que indica que la curva de contagios se encuentra en caída libre.
España, aunque tuvo un repunte de decesos, detectó un descenso en el aumento de contagios. Hoy son unos 15.000 los fallecidos y más de 150.000 los contagios. “Realmente, la tendencia descendente es lo que venimos observando en lo notificado los últimos días", dijo María José Sierra, miembro centro de emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad.
Estados Unidos suma casi un tercio de los contagios de coronavirus del mundo: ya ha superado los 430.000 y se acerca al medio millón a un velocidad que asusta. El estado de Nueva York, el epicentro de la pandemia en este país, tiene más de 151.000 contagiados y 6.200 muertos. Pero además, el alcalde de la ciudad Bill de Blasio, reconoció este miércoles que las estadísticas oficiales excluyen a cientos de personas que murieron en sus casas sin haber pasado por la prueba de coronavirus. En diálogo con CNN, dijo: "La verdad llana es que el coronavirus está provocando estas muertes tan trágicas. No hablamos de 10, 20 personas. Hablamos de algo así como 100, 200 personas por día". Los datos llegan desde el Departamento de Bomberos, que ha registrado hasta 200 muertes diarias de personas en sus casas en las últimas semanas, mientras que el promedio antes de la pandemia era de 25 personas muertas en sus casas por día.
El coronavirus ha paralizado a Nueva York. El silencio de la Gran Manzana solo re quiebra por las sirenas de las ambulancias y no parece estar cerca del fin, a pesar de la cuarentena que mantiene aislados a sus 8 millones de habitantes.
El próximo reino de la oscuridad
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Washington, Italia y España ya superaron sus picos de infectados de coronavirus y hay otro país que asoma como el próximo foco de contagios y que está en un fase inicial: el Reino Unido.
Según ese análisis, hasta el 4 de agosto, el coronavirus se habrá cobrado en España 19.209 vidas (actualmente son unas 15.000), y será el tercer país europeo con más muertes por detrás de Italia, que quedará con unas 20.000, y del Reino Unido, para el cual se proyectan más de 66.300.
La predicción total de vidas que el covid se cobrará en Europa ronda las 151.680 durante la "primera oleada" de la pandemia -invierno y primavera 2020- mientras que en Estados Unidos la cifra será de más de 81.000 (hoy son más de 14.000).
Además del país británico, Alemania, Suecia, Noruega y Grecia están todavía en sus fases iniciales y está previsto que las muertes se disparen durante la segunda y tercera semanas de abril.
Según los investigadores es "evidente" que el distanciamiento social "bien implementado y mantenido en el tiempo" es la solución para controlar la epidemia y disminuir la tasa de mortalidad. "La trayectoria en cada país cambiará drásticamente a peor si la gente abandona el distanciamiento social o relaja sus precauciones", indicaron desde la Universidad.
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Una estación de subte desierta por el confinamiento en Londres.
El sombrío pronóstico para Latinoamérica
Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, América Latina y el Caribe ya registran más de 1.400 fallecimientos y casi 40.000 casos. Había alcanzado los primeros 10.000 el 27 de marzo y en una semana aumentaron 30.000 más. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció esta semana que espera un pico de muertes para las próximas seis semanas en el continente, si bien indicó que, finalmente, todo dependerá del cumplimiento de las medidas para reducir contagios y de los recursos.
Según Carissa Etienne, la titular de la oficina regional de la OPS, el impacto sanitario no será igual en todos los países latinoamericanos, aunque entre fines de abril y comienzos de mayo será cuando muchos comiencen a registrar mayores números de contagios y muertes. En ese marco, anticipó que algunos sistemas de salud estarán "abrumados".
"En solo siete días, hemos visto cómo se han más que duplicado los casos y muertes en nuestra región. La pandemia se está acelerando rápidamente", dijo y advirtió a los países que la situación empeorará y que deben prepararse para que las próximas semanas sean más difíciles. Agregó que el efecto será “devastador” donde falte personal sanitario y, aunque no hizo detalles de países en particular, sí dijo que la OPS está preocupada por Nicaragua. Es el único país de la región que no cerró sus fronteras, no tomó medidas de aislamiento, no cerró escuelas, promueve ferias, actividades recreativas y turismo.
Brasil es hasta ahora el país con más contagios (11.130) y muertos (486). Ecuador, con 3646 casos, le sigue en número de fallecidos (180). La Argentina se mantiene octava en número de contagios, por detrás de Chile (4815 contagios y 37 muertos), Perú (2281 y 83), México (2143 y 94), Panamá (1988 y 54) y República Dominicana (1828 y 86) y Colombia (1780 y 46).
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En Ecuador, las muertes no dan tregua.
Un rebrote donde creían haber tenido éxito
Hubo países que tomaron medidas que en un primer momento fueron un éxito. Lograron aplanar la curva de contagios y evitar el colapso de sus sistemas sanitarios sin medidas restrictivas extremas. Sin embargo, Japón, Singapur, Suecia e Indonesia muestran un reciente y creciente pico de nuevos contagios que los hizo endurecer las medidas restrictivas en lugar de suavizarlas.
El 31 de marzo tenía 2178 casos positivos, un número sorprendentemente bajo con relación a países vecinos de Asia, sobre todo teniendo en cuenta que una gran parte de su población tiene más de 65 años (27,8%), que sus ciudades están densamente pobladas y que están fuertemente conectado a China. Sin embargo, en lo que va de abril ha sumado más de 1.700 casos nuevos y hoy pasa los 4.200. Es decir que en una semana registró casi la misma cantidad de casos que en dos meses. Todo esto sin haber tomado medidas obligatorias de aislamiento. Pero esta semana, a partir del repunte de infecciones, el primer ministro, Shinzo Abe, declaró estado de emergencia por un mes y anunció que aumentará su capacidad de testeo a 20.000 por día.
Fue uno de los primeros casos de éxito en la contención del coronavirus con una fórmula que combinó la calidad del sistema sanitario, con las medidas extremas de rastreo y reclusión y la obediencia de los ciudadanos. Pero en estos últimos días, esta ciudad-estado batió sus récords de casos y llegó a 1.623 contagios -siguen siendo menos que en la Argentina- y seis muertes. Es un número que casi dobla las infecciones que había a fines de marzo e hizo decidir al gobierno cerrar escuelas y la mayoría de los lugares de trabajo durante un mes, algo a lo que se había resistido a hacer, tomando en cuenta investigaciones que indicaban que niños y jóvenes no estaban tan afectados por el coronavirus.
El Gobierno había optado por no cerrar escuelas, restaurantes ni bares pese a fuertes críticas de expertos, confiando en su sistema de salud y asegurando que estaban controlando la situación. Sus medidas más estrictas fueron la prohibición de las concentraciones de más de 50 personas y las visitas a las residencias de ancianos. Sin embargo, desde que comenzó Abril, fue uno de los países que tuvo el revés más duro, no solo en contagios -llegó a 9.100 y tiene 10 millones de habitantes- sino también en fallecimientos, que se acercan a los 800.
Es el cuarto país más poblado del mundo y está muy cerca de China. Por eso a fines de marzo sorprendía con solo 1.548 enfermos. Sin embargo, desde que empezó abril no paró de romper marcas: hoy tiene 3200 casos y 280 muertes. Aunque son números bajos, su presidente, Joko Widodo, desató preocupación sobre la verdadera situación: "No le dimos cierta información al público porque no queríamos despertar el pánico". El 31 de marzo declaró la emergencia sanitaria y académicos de la London School of Hygiene de Reino Unido estimaron que el número real de casos podría ser superior a 34.000.
¿Entonces?
Los países que más éxitos han tenido en la contención del virus son aquellos donde las poblaciones han respetado el distanciamiento social. El nuevo coronavirus SarsCov-2 es altamente contagioso y, su presencia en pacientes asintomáticos empeora esta situación. Las previsiones más pesimistas hablan de "millones de muertes". Y parece que muchos gobiernos han tenido que tocar fondo para decidir limitar la vida de sus habitantes, justamente, para salvarlas.
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