La trágica muerte de dos adolescentes durante un reto viral volvió a poner en el centro de la discusión el impacto de los desafíos en redes sociales y el papel de las redes en la protección de menores. Zemfira Mukhtarov, de 12 años, y Ebba Morina, de 13, perdieron la vida en la madrugada del 4 de octubre mientras realizaban “subway surfing” en la línea J del metro de Nueva York.
Los videos que muestran a Mukhtarov realizando la tendencia viral de surfear en el subte se publicaron el 8 y el 13 de septiembre, días previos a su muerte.
Imágenes virales y advertencias ignoradas
Pocos días antes del fatal incidente, se difundieron en TikTok videos donde Zemfira aparecía caminando sobre una viga mientras un tren pasaba a gran velocidad, filmando el desplazamiento del vagón desde las vías, con una música inquietante de fondo.
Por su parte, Ebba compartía clips en los que se la veía trepando por el Puente de Brooklyn y recorriendo estaciones vacías. En uno de ellos, se la observa cantando en el andén justo cuando un tren de la línea Q pasaba sobre ella.
De acuerdo con reportes locales, ambas formaban parte de un grupo de 15 adolescentes que estaban explorando los trenes. Aun así, fueron encontradas sin vida sobre el techo del último vagón en la estación Marcy Avenue de Brooklyn, luego de cruzar el Puente de Williamsburg.
Mukhtarov y Morina formaban parte de un grupo de aproximadamente 15 adolescentes que corrían cerca del tren antes de ser observados más tarde sobre el techo del vagón.
El incidente, registrado a las 3:10 de la madrugada, puso de manifiesto de manera brutal los riesgos letales del “subway surfing”, actividad que en lo que va de 2024 ha causado la muerte de al menos seis menores en Nueva York, según datos de la NYPD y reportes de CNN y Fox5 NY.
La investigación policial continúa en curso, relacionando el hecho directamente con este reto viral. Incluso varias horas después, testigos señalaron que otros adolescentes intentaron repetir la acción en la misma estación, sin la supervisión policial necesaria para impedirlo.
Quiénes eran Zemfira Mukhtarov y Ebba Morina
Zemfira Mukhtarov, quien vivía en Brooklyn, tenía 12 años y estaba próxima a cumplir 13, según la información publicada en la campaña de GoFundMe creada por su familia. Su madre, Nataliya Rudenko, relató a Fox5 NY que se enteró del accidente mientras preparaba el desayuno, al ver en la televisión la patineta y la mochila de Zemfira.
Según medios locales, Ebba integraba un grupo de adolescentes que estaban recorriendo el tren.
“Ella debía estar dormida en su habitación. Ahora estamos organizando su funeral”, expresó Rudenko. La familia indicó que Zemfira y Ebba se conocieron a través de Internet y salieron de casa buscando lo que describieron como una aventura.
Por su parte, Maryam Mukhtarov, hermana menor de Zemfira, compartió con ABC7 su pesar: “Siempre estuvo ahí para mí. Era todo para mí. Simplemente, no vale la pena”. Maryam instó a otras niñas a mantenerse alejadas de estas prácticas peligrosas y recalcó que Zemfira nunca había mostrado interés previo en esos desafíos.
Ebba Morina, de 13 años y residente de Manhattan, cursaba estudios en la Robert F. Wagner Middle School. En homenajes públicos y mensajes compartidos por la escuela, fue recordada como una niña “inteligente, hermosa y ambiciosa”. Tanto en su cuenta de TikTok como en los muros del colegio, compañeros y usuarios expresaron su pesar, destacando la alegría y la amabilidad que distinguían a ambas jóvenes.
Las autoridades y plataformas digitales intensifican campañas para frenar los desafíos virales y proteger a los jóvenes.
Por su parte, el padre de Zemfira, Ruslan Mukhtarov, recurrió a GoFundMe para reunir fondos destinados a los gastos del funeral y alertar sobre los riesgos de este tipo de desafíos virales. La campaña recaudó más de USD 15.000 de los USD 18.000 estimados, reflejando la profunda conmoción que causó la tragedia en la comunidad.
Subway surfing: riesgo viejo, tendencia en alza
El subway surfing implica colocarse sobre el techo o los costados de los vagones del metro mientras estos circulan. A pesar de tratarse de una actividad ilegal y sumamente riesgosa, su popularidad ha crecido por la difusión masiva en redes sociales.
Esta moda tuvo su auge en los años 80, pero las cifras recientes evidencian una mayor peligrosidad. Según información de la NYPD y la Metropolitan Transit Authority (MTA), en 2024 se registraron al menos seis muertes y 181 detenciones vinculadas a esta práctica; en 2023 fallecieron cinco adolescentes, y entre 2018 y 2022 se documentaron otras cinco víctimas mortales.
Esta tendencia se cobró la vida de seis personas en 2024.
El fenómeno impacta principalmente a jóvenes de entre 11 y 15 años, motivados por la búsqueda de notoriedad en plataformas como TikTok e Instagram. La madre de un adolescente que murió en 2023 presentó una denuncia contra la MTA y compañías tecnológicas, alegando que los algoritmos y las funciones adictivas de estas aplicaciones estimulan la participación en retos extremos. Aunque la demanda contra la MTA fue desestimada, la discusión sobre la responsabilidad de las redes sociales continúa vigente.
Las autoridades buscan controlar este peligro mediante campañas de concienciación, como “Subway Surfing Kills − Ride Inside, Stay Alive”, lanzada en 2023 y orientada tanto a jóvenes como a sus padres. La MTA colaboró con empresas de redes sociales para eliminar más de 1.800 videos relacionados con subway surfing hasta junio de 2025.
Por su parte, la NYPD despliega drones en los tramos más riesgosos y ha intervenido en más de 200 situaciones para prevenir accidentes, trabajando de manera coordinada con el alcalde Eric Adams y la comisionada Jessica Tisch.
Familias y comunidad escolar rinden tributo a las víctimas y exigen mayor control sobre los contenidos peligrosos en redes sociales.
Acciones institucionales y reacciones de la comunidad
El presidente de la New York City Transit Authority (NYCTA), Demetrius Crichlow, describió el incidente como “una tragedia horrible” y destacó el impacto negativo no solo para las familias afectadas, sino también para los empleados del transporte público. Mientras tanto, Joseph Gulotta, jefe de Tránsito de la NYPD, reafirmó ante la MTA su compromiso de frenar esta práctica, subrayando el refuerzo de la vigilancia con drones, la producción de testimonios en video con padres y la concentración de esfuerzos en las líneas más peligrosas.
El alcalde Eric Adams se manifestó en X (antes Twitter) para mostrar su consternación, solicitar la colaboración de las redes sociales y advertir: “Ninguna publicación vale tu futuro”.
Quiénes eran las adolescentes que murieron.
Por su parte, la gobernadora Kathy Hochul respaldó las iniciativas de concienciación, enfatizando que esta práctica es tanto ilegal como mortal. Además, la MTA recurrió a personalidades públicas, como Cardi B, para difundir mensajes preventivos destinados a los adolescentes.
El fallecimiento de Zemfira y Ebba provocó un aluvión de expresiones de solidaridad y pesar tanto en la comunidad educativa como en plataformas digitales. Compañeros de la Robert F. Wagner Middle School recordaron a Morina por su capacidad de sacar sonrisas a quienes la rodeaban. En GoFundMe, el padre de Zemfira compartió la dificultad de afrontar la pérdida y agradeció el respaldo colectivo recibido.
El suceso reavivó la discusión sobre la influencia de los desafíos virales, la responsabilidad de las plataformas digitales y la importancia de supervisión adulta y educación sobre los riesgos. La muerte de Zemfira y Ebba dejó una marca imborrable y evidenció el alto costo que estas tendencias pueden tener entre los jóvenes.
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