En Bolivia, siguen los problemas por las inundaciones

El número de familias afectadas por las lluvias se cuadruplicó en las primeras dos semanas del año con relación a los datos registrados entre septiembre y diciembre de 2013, cuando se reportó a 3.697 familias que sufrieron los efectos de las precipitaciones. Hasta ayer la cifra aumentó a 15.884.

El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, aclaró que si bien el número de familias afectadas aumenta cada día, la cifra es menor al periodo de lluvias de 2012-2013, aunque ahora las precipitaciones son más intensas.

“Al 16 de enero de 2013 teníamos registradas a 22.000 familias afectadas por las lluvias. En este año el reporte es menor, pese a que las precipitaciones son más fuertes y frecuentes. Estamos controlando la situación porque hay mayor compromiso de prevención en las gobernaciones y los municipios”, dijo la autoridad.

Cabrera informó que desde septiembre de 2013 hasta la segunda semana de enero de 2014 el número de municipios afectados llegó a 70 en los nueve departamentos del país. Se registró la muerte de 33 personas por riadas, caída de rayo, deslizamiento de tierra y cuatro personas fueron reportadas como desaparecidas en los ríos.

El 23 de diciembre de 2013, la autoridad dio a conocer que el número de familias damnificadas era de 3.697, para principios de 2014 aumentó a 8.000, una semana después la cifra subió a 10.000, el anterior lunes se amplió a 12.159 y ayer se incrementó a 3.730 familias más.

Los departamentos que reportan más familias afectadas, número de muertos y daño a la actividad agrícola son Chuquisaca, Cochabamba, La Paz y Beni, en ese orden. (ver infografía) De acuerdo con el último reporte del Sistema Nacional Integrado de Información para la Gestión del Riesgo (Sinager), el evento climático que más se reportó en casi todos los departamentos es el granizo, que derivó en los desbordes de ríos o provocó riadas.

Agricultura. Respecto a la pérdida de cultivos, Cabrera especificó que son 1.500 hectáreas dañadas, especialmente de frutas y verduras. Es el caso de cuatro comunidades del municipio potosino de Cotagaita que por efecto del granizo caído en las últimas horas se dañó la cosecha de uva, durazno, papa y maíz; además mató a cabras, según reportó radio ACLO en su portal digital.

En Cochabamba, la responsable de la Secretaría de la Madre Tierra, Tatiana Sanabria, informó que un deslizamiento de tierra en la carretera que conecta a la capital con el trópico interrumpió por unas horas el tráfico vehicular. “Después de limpiar la tierra con maquinaria pesada, se volvió a habilitar la ruta. La recomendación es que manejen con cuidado porque se pueden presentar más derrumbes”.

Respecto a los daños que sufrió el municipio cochabambino de Omereque por el desborde de los ríos Mizque y Arenales, Sanabria anunció que una comisión técnica visitará el fin de semana la región para cuantificar las pérdidas y planificar la reconstrucción. “La comisión verá varios aspectos, desde la reconstrucción de viviendas, puentes peatonales, áreas agrícolas y el tema de prevención”, dijo y agregó que fue el Centro de Operaciones de Emergencia el que tomó la determinación.

Alerta en rios de Beni

El Servicio Nacional de Hidrografía Naval de Bolivia reportó ayer que los ríos Mamoré, Beni e Ibare, del departamento del Beni, se encuentran en alerta naranja y recomendó ejecutar planes de contingencia a las autoridades ante posibles desbordes que se reporten.

Programa dará rápida ayuda en desastres

La ayuda inmediata a las víctimas de desastres climatológicos será posible con el programa Primera Respuesta y Atención a Emergencias en todo el país, cuya inversión es de $us 1 millón. El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, informó que el financiamiento proviene de la cooperación Suiza (Cosude) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Con el dinero se equipará las unidades de rescatistas y capacitará a más personal. El proyecto tiene una duración de tres años, primero llegaremos al eje central y luego al resto del país”, indicó.

950 familias, víctimas en San Borja

Carlos Corz

En el último mes, el río Maniqui, en San Borja (Beni), se desbordó tres veces y dejó a 950 familias afectadas, sobre todo indígenas. Con ayuda de motosierras, los habitantes del lugar abren un desvío del cauce para que el caudal no golpee con toda su fuerza. A una hora y media de la capital, Trinidad, en los Arenales y Cara Cara varias familias abandonaron sus viviendas inundadas y los habitantes de las comunidades tsiname decidieron desviar parte del cauce abriendo un canal de al menos 100 metros de ancho y tres kilómetros de largo.

“Hubo tres llenuras (crecidas) en la zona de los Arenales”, informó a La Razón Digital Marlene Vid. Explicó que tendrán que reubicar a las familias afectadas y que esa situación genera pérdidas económicas por la destrucción de cultivos de arroz, plátano y otros.

Río abajo están afectadas otras 15 comunidades ribereñas y el riesgo de mayores daños es latente por las lluvias y la palizada, explicó el jefe de la unidad de Gestión de Riesgos y Atención Emergencias por Desastres Naturales, José Alberto Vaca.

La palizada es la acumulación de troncos caídos por efecto de las inundaciones y arrastrada contra corriente. Forma una especie de muro de contención que evita que las aguas sigan su curso y busquen un desagüe. “Los últimos tres años ha crecido la palizada de forma alarmante; amenaza a  San Borja porque al estar contenido el flujo puede sobrepasar el anillo de contención de la capital”, dijo.

FUENTE: LA RAZÓN

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