Influencer prendió fuego su Ferrari para tener más clics y podría ser condenado a prisión
El controvertido video de Cody Detwiler en un maizal de EE.UU. generó críticas, acciones legales y debate sobre los límites del entretenimiento digital.
Influencer prendió fuego su Ferrari para tener más clics y podría ser condenado a prisión.
El influencer Cody Detwiler, famoso por sus videos donde pone autos de lujo al límite, volvió a quedar en el centro de la escena tras un clip en el que un Ferrari termina envuelto en fuego. Con más de diez millones de seguidores, este creador estadounidense se hizo conocido por llevar la destrucción de vehículos a un extremo inusual.
En 2023, su polémica escaló aún más al prender fuego un Ferrari F8 Tributo valuado en unos USD 400.000. La grabación no solo generó fuertes críticas, sino que también abrió la puerta a una causa judicial vinculada a presunta evasión impositiva. El material que provocó el escándalo lo muestra conduciendo el lujoso deportivo sobre un campo de maíz seco, culminando con el vehículo totalmente consumido por las llamas durante una supuesta “prueba de durabilidad”.
Detwiler alega que el incendio del Ferrari fue accidental.
El clip, bajo el título “La forma más rápida de perder medio millón de dólares. Mi Ferrari se ha ido”, acumuló con rapidez más de 16 millones de visualizaciones y desató una fuerte polémica, generando críticas por el impacto ambiental y la percepción de imprudencia de su proceder.
Tras más de dos años desde el controvertido hecho, el creador de contenido deberá responder ante la justicia, enfrentando cargos oficiales en el condado de Williamson, Tennessee.
El objetivo del video y la reacción del público
Cody Detwiler explicó que la razón detrás de incinerar su Ferrari fue llevar a cabo una especie de “test de resistencia”, una práctica recurrente en su canal en la que somete automóviles de lujo a condiciones extremas. En el material audiovisual, el influencer se muestra manejando el deportivo por senderos rurales, arrancando uno de los espejos, subido sobre el capó mientras realiza actividades como pescar y lanzando objetos contra los vidrios, hasta que finalmente el vehículo queda completamente envuelto en fuego.
El video de la destrucción del Ferrari supera las 16 millones de reproducciones y genera críticas por el riesgo ambiental y la irresponsabilidad.
Después del suceso, Detwiler comentó: “Lamento informarles que mi Ferrari F8 de USD 400.000 y la minivan alquilada con tan solo 8.000 kilómetros se incendiaron recientemente, quedando reducidas a cenizas. Fue un accidente total; tenía pensado filmar muchas más cosas con el auto, pero esto me sirvió de lección para hacer locuras aún mayores antes de que el auto se incendie”.
La repercusión en redes no se hizo esperar. Muchos internautas cuestionaron su decisión de prender fuego a un automóvil en un entorno rural, advirtiendo sobre los riesgos ambientales y el posible daño a propiedades ajenas.
Frente a las reacciones negativas, el creador de contenido reiteró que el fuego se produjo por accidente y que desconocía los peligros de manejar un vehículo deportivo en ese tipo de terreno: “No tenía conocimiento sobre los problemas de un auto de carreras en esa superficie”, informó Daily Mail. Además, publicó en Instagram fotografías de su detención, en las que aparece acompañado por seis oficiales policiales.
Si es declarado culpable, WhistlinDiesel podría enfrentar hasta seis años de prisión y una multa de USD 3.000 por evasión fiscal.
Proceso judicial y respuesta del influencer
El conflicto se intensificó cuando el tribunal del condado de Williamson presentó acusaciones formales contra Detwiler por presunta evasión fiscal relacionada con la compra del Ferrari. La imputación sostiene que el influencer habría tratado de evadir unos 30.000 dólares en impuestos al registrar el auto en Montana, un estado donde no se cobran tributos sobre la venta de vehículos, a diferencia de Tennessee, donde la carga fiscal puede alcanzar el 10%.
El procedimiento judicial estableció límites sobre lo que el creador de contenido puede difundir públicamente respecto al caso. La jueza Deana C. Hood restringió parcialmente la solicitud de silencio de la fiscalía, permitiendo únicamente que Detwiler comparta información de acceso público y prohibiéndole emitir comentarios que pudieran influir en el jurado o comprometer la seguridad de las autoridades.
Así quedó la Ferrari del youtuber tras apagar las llamas.
Detwiler acató la resolución judicial, describiéndola como “justa” y reafirmando su derecho a expresarse libremente. En una de sus publicaciones en video, declaró: “Ellos tienen el ángulo de que esto es evasión de impuestos. No muevan sus registros de Montana a Tennessee. Esto es exactamente lo que quieren y la razón por la que están intentando ir por mí”.
Asimismo, reiteró que no había incurrido en ninguna infracción y que los datos relacionados con el registro del automóvil ya eran de acceso público: “Cualquiera puede acceder a esto. Ya era público”.
Cody Detwiler.
En caso de ser hallado culpable, Detwiler se enfrentaría a una pena de cárcel que podría ir de uno a seis años, junto con una sanción económica máxima de 3.000 dólares. Pese a la controversia y las posibles repercusiones legales, el creador de contenido considera que la notoriedad generada por este episodio ha potenciado su influencia en las redes sociales.