Decretaron el toque de queda nocturno y el cense de actividades presenciales en San Pablo, Brasil, producto del incesante aumento de casos de COVID-19. Este domingo una multitud salió a las calles manifestando su rechazo ante esta medida.
San Pablo impuso el toque de queda y hubo rechazo
Bajo la consigna “queremos trabajar” los manifestantes salieron a las calles de la ciudad y entre otras cosas, piden la renuncia del gobernador Joao Doria. Esta medida rige desde el viernes y se extiende hasta el 30 de marzo inclusive.
Lo que llamó aún más la atención fue que la gente no respetó el distanciamiento social y tampoco se los vio con tapabocas.
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Todo esto se da también porque el sistema sanitario está totalmente colapsado y no pueden responder ante la constante demanda de camas, sobre todo las de unidades de terapia intensiva.
Estas medidas, sumadas a la suspensión de torneos deportivos y a la reducción de las clases al mínimo imprescindible, se inscriben en la “fase de emergencia” anunciada por el gobernador Joao Doria el jueves pasado.
“Hay riesgo real de colapso y no tenemos una coordinación nacional de la pandemia”, justificó el funcionario al comunicar la decisión en una conferencia de prensa.
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