Qué dijo. 

Alberto Samid violó la prisión domiciliaria y lo escracharon

Alberto Samid fue a comer a un restaurante en Ramos Mejía, fue echado del lugar por los clientes y el político dio su versión de los hechos.

Alberto Samid fue a comer a un restaurante en la zona de Ramos Mejía (zona oeste de la Provincia de Buenos Aires) y violó la prisión domiciliaria en donde fue increpado por los clientes que estaban allí. Fue escrachado y tuvo que salir del lugar rápidamente.

https://twitter.com/PROLibertadAr/status/1407041050716389382

El empresario frigorífico dio su versión de los hechos y declaró que “estaba trabajando” ya que desde la parrilla, que se encuentra a dos cuadras de su casa, lo llamaron para que los provea con “todo lo que pueda” debido a que desde mañana comenzaría un paro en el Mercado Central.

Además, el político explicó que “me senté porque no puedo estar parado”, haciendo referencia a que no almorzó allí. Le dije al mozo ‘usted traiga la mercadería porque yo no la puedo bajar’, les llevé tres cajones. Estaba esperando que los bajen”.

El ex diputado manifestó que “tengo salida laboral los lunes, miércoles y viernes, de las 9 a las 14. En el Mercado Central, a partir de mañana, hay un paro general por tiempo indeterminado. Tengo a dos cuadras de mi casa una parrilla. Me llaman y me dicen ‘tráeme todo lo que puedas’”.

Y remarcó que “yo tengo salida laboral, no es que salí sin permiso, estaba dentro de la salida laboral y estaba con el permiso, estaba trabajando”.

Mientras Samid era increpado por los clientes y filmado para luego subirlo a las redes sociales, la gente se preguntaba “¿Dónde tiene la tobillera?. Que se vaya. Vergüenza le tiene que dar”.

image.png

Norma, la mujer que se enfrentó a Samid contó lo sucedido y reveló que “sentí una tremenda indignación. No es posible. Incluso me enojé con varios de la mesa que estaban con nosotros, porque todos protestaban y nadie se animaba Entonces, con una amiga nos levantamos y lo fuimos a encarar porque sentimos vergüenza ajena de lo que ha hecho esta gente. Ellos nos miraban como si fuesen angelitos”.

Y agregó que “entonces, no les quedó otra que levantarse e irse. Los acompañamos hasta la puerta, empezamos a aplaudir, a gritarles que son unos sinvergüenzas, chorros y esas cosas, hasta que se retiraron. Y se retiraron sin pagar. Los dueños los tuvieron que correr hasta que pagaron lo que habían consumido”.

Copyright © TodoJujuy.com Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas. Derechos de autor reservados.
Comentarios: