Además de su centralidad en lo religioso, la ciudad cuenta con playas y es muy visitada anualmente por pescadores, que se adentran en el Paraná.
Origen de un pueblo con historia
Itatí nació el 7 de diciembre de 1615 gracias a la labor del sacerdote franciscano Luis de Bolaños, quien estableció una reducción indígena en la zona. Su segunda fundación tuvo lugar el 15 de septiembre de 1825, bajo la iniciativa del General Pedro Ferré. A lo largo de los siglos, la localidad se consolidó como un espacio de encuentro entre culturas y religiosidad, siendo la Basílica de Itatí el centro de su identidad.
El nombre "Itatí" proviene del idioma guaraní y significa "Nariz de piedra", en referencia a la fisonomía de la región y su vínculo con las antiguas Misiones del Itatín. La imagen de la Virgen, considerada milagrosa, habría llegado a este lugar hacia 1589, marcando desde entonces la vida de sus habitantes.
Un santuario que mueve multitudes
El mayor atractivo de Itatí es su monumental Basílica, inaugurada en 1950. Este imponente templo alberga la venerada imagen de la Virgen de Itatí, patrona de Corrientes, coronada el 16 de julio de 1900 por el Papa León XIII. La festividad principal en su honor tiene lugar cada 16 de julio, cuando miles de devotos de distintas provincias argentinas y países vecinos llegan al santuario en peregrinación.
Estas celebraciones incluyen caminatas, procesiones a caballo y actividades culturales que refuerzan el vínculo espiritual y comunitario.
Un entorno natural único
Además de su valor religioso, Itatí cautiva con sus paisajes ribereños. El departamento comprende islas como Verde, Guazú, Itá Ritá, del Pañuelo y del Abra. Estas zonas se caracterizan por albardones, bañados y terrazas naturales, cruzadas por pequeños arroyos que desembocan en el río Paraná.
La vegetación, que combina isletas boscosas y praderas abiertas, ofrece un refugio para la fauna local y un atractivo para quienes buscan un contacto cercano con la naturaleza.
Patrimonio que trasciende generaciones
El casco histórico de Itatí refleja el paso del tiempo con calles que evocan su fundación y edificios que cuentan la historia de un pueblo surgido en torno a la fe. Declarado Pueblo Histórico, este sector invita a un recorrido que mezcla cultura, historia y espiritualidad.
Itatí no solo es un destino turístico, sino también un símbolo de la identidad correntina, donde la tradición guaraní, la colonización y la fe se entrelazan en cada rincón.
Una celebración que une a los fieles
La coronación de la Virgen de Itatí marcó un hito para la comunidad católica. Desde entonces, cada 16 de julio, la localidad se convierte en un punto de encuentro para quienes llegan en busca de milagros, agradecimientos y renovación espiritual.
La devoción hacia la Virgen es también un motor turístico que pone en valor la riqueza cultural y natural de este destino, fortaleciendo su atractivo para quienes desean vivir una experiencia única en el norte argentino.
Itatí, con su Basílica, su entorno natural y su historia, es un destino que trasciende la religiosidad, ofreciendo a los visitantes una conexión profunda con la tradición y la espiritualidad.
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