Opinión.. 

La hipocresía y la falta de política en la Argentina

Análisis político de la provincia y el país por Alberto Siufi.

Por  Alberto Siufi

Realmente, en la Argentina, nuestro país, los hechos se suceden de una manera tan vertiginosa que cuesta mucho elegir los temas para comentar en este resumen semanal. Para este período elegí específicamente dos, uno tiene que ver con la hipocresía argentina y el otro con la falta de política del Gobierno nacional.

La hipocresía, evidentemente, se refiere a todas las actitudes que estamos viendo después de la tragedia que significó enterarnos de la violencia de física que padeció Fabiola Yáñez, la ex primera dama del país, durante su estadía en Casa Rosada.

Nada parece sorprendernos cuando empezamos a conocer más de un Alberto Fernández que, más allá de su vinculación con hechos de corrupción, también demostró tener una actitud violenta, machista y misógina, actitud -que con gran falsedad- planteaba como una situación a desterrar ante la sociedad argentina, siendo él, paradójicamente, uno de los principales promotores de esas prácticas aberrantes.

Un Alberto Fernández que no respetó cuarentena, un Alberto Fernández que organizaba fiestas, un Alberto Fernández que llevaba mujeres al propio despacho de la Casa Rosada, demostrando no tener respeto por nada.

Un Alberto Fernández que no solamente va a ser recordado como el peor presidente de los argentinos en la era democrática, sino también como un violador serial de todo tipo de narrativa.

Dentro de este marco, lo que llamó mucho la atención es el cinismo que se vio en el espacio político que lo llevó a la Presidencia, el peronismo, el cual, a través de sus principales dirigentes, demostró estar en shock, sin posibilidad de reacción.

A partir de este lamentable contexto también quedó demostrado que algunos de los organismos que se crearon durante el gobierno de Alberto Fernández tuvieron fines netamente políticos.

El Ministerio de la Mujer, que supuestamente se creaba para el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas nacionales para prevenir, erradicar y reparar la violencia de género, quedó totalmente expuesto tras los dichos de Fabiola Yáñez, quien comentó que había recurrido al organismo por su situación y fue desoída completamente.

Más de mil empleados “ñoquis” estaban adscriptos a esa cartera y tan sólo trabajaban setenta personas, según datos expresados por el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cuneo Libarona.

Párrafo aparte para otros actores que también se sumaron a este cuadro de cinismo. Los colectivos de mujeres, por ejemplo, que durante el kirchnerismo planteaban una defensa irrestricta de los derechos de las mujeres, se quedaron totalmente callados ante la confirmación de los hechos de violencia perpetrados por el ex Presidente.

Cristina Fernández de Kirchner, principal responsable de que Alberto Fernández haya llegado al poder, tan sólo se limitó a sacar un comunicado, donde no hace ni la más mínima autocrítica y lo utiliza para hacer creer que ella también fue víctima y darle un matiz político al intento de asesinato que sufrió, donde claramente quedó demostrado que el episodio fue perpetrado por un par de lúmpenes que nada tienen que ver con la política.

En la Rioja, el peronismo -que realizó un acto importante de cara a las elecciones internas del mes de noviembre-, da muestras de estar incomodo por la situación de Alberto Fernández, pero, aun así, recibe y blanquea entre sus filas al intendente Fernando Espinoza, hoy imputado por violencia de género y en la puerta de ir a un juicio oral y público. ¿Será que lo necesitan al mandatario comunal de La Matanza, más allá de todo, por el importante arrastre de votos que tiene de cara a las internas partidarias?

Además, no hay que olvidar que el Peronismo carga sobre sus espaldas a don José Alperovic, preso en Ezeiza por delito de abuso sexual; y a Pedro Brieger, un verdadero periodista militante, recientemente denunciado públicamente por el abuso de un importante número de mujeres y el aprovechamiento de posiciones de poder.

Lo de Fabiola Yáñez recién empieza. Seguramente con el correr de los días nos vamos a sorprender con más datos, con la aparición de nuevas pruebas, con más videos y con la información que pueda encontrarse en el teléfono del ex Presidente, a partir de una investigación dispuesta por la Justicia.

Hoy nadie se anima a avizorar cuál será el verdadero daño que va a sufrir el kirchnerismo y el partido Justicialista, en general, por esta de situación.

Pero lo que sí es seguro es que Alberto Fernández, si algo le faltaba para ser prácticamente un cadáver político, era esta sucesión de denuncias que lo hicieron caer en la más absoluta desgracia.

Falta de política

El otro tema para destacar en este resumen es la falta de política que hoy impera en el país, situación que cada vez queda más expresada en un Javier Milei que realmente odia y le aburre la política, pero que indefectiblemente necesita de ella para gobernar.

Tiene una capacidad muy grande para dinamitar todos los puentes y socavar los pocos consensos circunstanciales que ha ido generando en el camino, producto de la poca predisposición que tiene para la construcción de mecanismos de diálogo.

Hoy, a ocho meses de haber iniciado su gestión, el Presidente tan sólo ha logrado sacar dos leyes del Poder Legislativo y tiene, de cara a la segunda mitad del año parlamentario, un panorama más que complejo para poder imponer nuevas iniciativas en el Parlamento nacional.

La relación con el PRO, su socio natural hasta ahora, que lo ayudaría a gobernar y le proporcionaría fuerza política, parece haber entrado en un cortocircuito.

La tremenda pelea con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, producto de la no asignación de recursos por parte de Nación (donde no se cumple un fallo de la Corte Suprema) y el reciente anuncio de quita de subsidios al transporte, dio lugar a un profundo malestar en el partido amarillo que hoy gobierna la capital del país.

A esto, hay que sumarle el ninguneo que sufrió Mauricio Macri, actual presidente de PRO a nivel nacional, en su viaje a Tucumán para participar del Pacto de Mayo.

Ambas situaciones, desde la óptica que se quieran ver, van a generarle al gobierno de Milei un condicionante muy fuerte y una complicación más que importante en su relación con el PRO.

Por el lado del bloque Hacemos Coalición Federal, que conduce Miguel Ángel Pichetto - baluarte fundamental para lograr la media sanción de la Ley Bases y el Pacto Fiscal en la Cámara de Diputados-, la relación con el Gobierno nacional tampoco parece ser la mejor.

A partir del incumplimiento de la palabra empeñada y de algunos ninguneos, el bloque dialoguista hoy se planta en la vereda del frente, objetando muchas cosas y participando de algunos proyectos que van en contra del gobierno de Javier Milei por el enojo que se tiene a partir del destrato al cual se lo somete.

A nivel país, los diez gobernadores de Juntos por el Cambio, que se juntaron y que colaboraron para que el Gobierno nacional pueda sacar sus primeras leyes, hoy entraron en una situación de incomprensión. Son sometidos a las mismas situaciones que aquellos gobernadores que no cumplieron con ninguna palabra y que son máquinas de poner palos en la rueda. De hecho, no les dan absolutamente nada, los discriminan con el tema de los subsidios al transporte, les cortan la obra pública, no le mandan recursos de ninguna naturaleza, y encima de esto, se tienen que bancar que al gobernador peronista Osvaldo Jaldo le otorguen cincuenta millones de dólares para ampliar el aeropuerto.

En sí, nadie entiende este tipo de actitudes del Gobierno nacional, qué es lo que pasa y por qué es este destrato hacia los mandatarios que más colaboraron con la Administración libertaria.

Amén de todo esto, la falta de práctica política de Javier Milei también se hace evidente en otras situaciones, como lo es el caso del periodismo, donde también se vienen rompiendo constantemente puentes de diálogo.

En el reciente conflicto por las acusaciones de Fabiola Yáñez hacia el ex presidente, Milei arremetió y acusó a más de diez periodistas -de los más reconocidos- de ser cómplices de Alberto Fernández por haber guardado silencio durante todo este tiempo. Realmente no se entiende a qué se debe tanta virulencia y tanto ataque a la prensa por algo que no tiene el más mínimo sentido.

La falta de diálogo político también está llevando a que, en el corto plazo, se sucedan dos situaciones que seguramente golpearán a la Administración libertaria. Por un lado, la posibilidad de que el Congreso de la Nación volteé el DNU que asigna cien mil millones pesos para la Secretaria de Inteligencia, algo que nunca se dio hasta ahora con ningún Presidente. Y, por el otro, que, en el Senado, con el apoyo de radicales y de representantes de bloques dialoguistas, se apruebe de forma definitiva la Reforma Jubilatoria, algo que obligaría al Estado a tener que hacer un desembolso económico muy importante y que Javier Milei ya dijo que no iba suceder, pero que lo llevará a vetar la norma y a tener que pagar un costo político excesivo.

De continuar con esta falta de vocación política y de diálogo en distintos temas, el presidente Javier Milei se expone -y se arriesga- a dar una sensación de no ser una persona muy apegada a los aspectos republicanos y, por encima de todo, de no cumplir con las normas establecidas en nuestra democracia.

Arranca una semana que va estar invadidas de novedades, donde, seguramente, las más resonantes estarán vinculadas al caso Fabiola Yáñez.

¡Feliz inicio de semana para todos!
Alberto Siufi.

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