Muchas familias argentinas celebran el Día de Reyes, una fecha cargada de simbolismo religioso y costumbres que, aunque cambió con el tiempo, siguen presentes en distintos hogares.
Si bien con el paso de los años la celebración perdió protagonismo frente a la Navidad, todavía muchas familias mantienen vivas las tradiciones, especialmente para los más chicos.
Qué se hace el Día de Reyes
La costumbre más extendida está vinculada a los niños. La noche del 5 de enero, los chicos suelen dejar sus zapatos cerca del árbol de Navidad, de la cama o de alguna ventana, con la ilusión de recibir regalos al día siguiente. En algunos hogares, también se deja agua y pasto como ofrenda para los Reyes y sus camellos.
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Reyes Magos.
Al despertar el 6 de enero, los niños buscan los obsequios que, según la tradición, los Reyes dejaron durante la noche. En general, se trata de regalos más pequeños que los de Navidad, reforzando el sentido simbólico y no comercial de la fecha.
Tradición religiosa y celebraciones
En el plano religioso, muchas parroquias realizan misas especiales y actividades comunitarias para conmemorar la Epifanía. En algunos barrios y localidades del país también se organizan representaciones de los Reyes Magos, especialmente en eventos destinados a niños.
Además, en ciertas regiones y familias se comparte la rosca de Reyes, un pan dulce tradicional que, aunque más común en países europeos, también se consume en Argentina como parte de la celebración.
Una costumbre que perdura
Aunque no es un feriado y su celebración es más sencilla que en otras épocas, el Día de Reyes sigue siendo una fecha especial para muchas familias argentinas. Más allá de los regalos, el eje de la jornada está puesto en la ilusión de los niños, el encuentro familiar y el valor simbólico de compartir, manteniendo viva una tradición que atraviesa generaciones.