Un nuevo conflicto diplomático se desató entre Bolivia y Argentina tras el anuncio del Gobierno argentino de instalar un alambrado de 200 metros en la localidad de Aguas Blancas, provincia de Salta, como parte del plan 'Fronteras Blindadas'. La decisión fue criticada por autoridades bolivianas, quienes consideran que estas acciones afectan las relaciones de buena vecindad.
Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno de Bolivia, minimizó la efectividad de la medida y afirmó que " la historia nos enseñó que tarde o temprano, todos los muros se caen". Además, recordó que la frontera entre ambos países tiene una extensión de 742 kilómetros, por lo que el alambrado representaría solo el 0,026 % de ese total.
Detalles del alambrado y reacciones locales
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, confirmó que el alambrado se colocará desde la terminal de colectivos hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas. Este proyecto, publicado en el Boletín Oficial de la provincia de Salta, forma parte de un paquete de medidas para reforzar la seguridad fronteriza.
El plan 'Fronteras Blindadas' contempla no solo la instalación de esta valla, sino también el despliegue de más de 300 efectivos de fuerzas de seguridad federales en las zonas limítrofes con Bolivia, Paraguay y otros países vecinos.
Por su parte, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, defendió la decisión y consideró que no afecta la soberanía boliviana. "Nosotros no tenemos que dar explicaciones a Bolivia porque este alambrado ocupa únicamente territorio argentino", afirmó. Sáenz también calificó como "cómico" el comunicado emitido por la Cancillería boliviana.
Bolivia pide diálogo bilateral
La Cancillería boliviana expresó preocupación por la medida y solicitó información oficial a través de los canales diplomáticos. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia instó a resolver los temas fronterizos mediante el diálogo bilateral establecido entre ambos Estados.
Félix Ajpi, presidente de la Comisión de Política Internacional del Senado boliviano, aseguró que solicitará una reunión con la canciller Celinda Sosa para tratar este tema. Según el senador, la decisión argentina no respeta los principios de buena vecindad y podría tener un impacto negativo en las relaciones bilaterales.
Ajpi también criticó el contexto global que asocia estas acciones con políticas antimigratorias. "Esto parece seguir una línea dictada por Estados Unidos, como ocurrió con el muro propuesto por Donald Trump contra los migrantes", declaró.
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