Recomendaciones. 

Aceite de oliva, palta y avena aliados contra el colesterol alto

Las personas con los niveles de LDL elevados en un chequeo médico deben modificar su dieta. En esta nota las sugerencias de especialistas.
Por  María Cecilia Ibañez

¿Qué comer si tengo colesterol alto?

Lo primero que hay que saber es que el cuerpo produce naturalmente colesterol. El hígado se encarga de producir este colesterol que necesitamos para formar membranas celulares y también para producir hormonas.

El problema es cuando producimos una gran cantidad de colesterol que puede ser endógeno por factores hereditarios o puede ser también por una dieta alta en grasas de origen animal. Las grasas de origen vegetal no poseen colesterol; pero las grasas trans sí, e influyen en el colesterol sanguíneo.

¿Qué hay que hacer?

Visitar a un médico y evaluar si se necesita o no medicación y después nos vamos a ocupar un poco de la dieta para que ese colesterol no siga avanzando porque en exceso puede producir placa ateroma. ¿Qué es esto? El colesterol se empieza a depositar en las paredes de las arterias y empieza a formar una placa. Esa placa obstruye la arteria y no permite que circule la circulación como corresponde y puede formar coágulos. Esa placa se puede desprender de la pared de la arteria que se pone dura y transformarse en algún ACV o en alguna complicación mucho peor.

¿Qué comer?

Lo importante es que incluyas variedad. El aceite de oliva tiene un ácido graso que tiene omega 9 y que es súper útil porque ayuda aumentar el colesterol bueno y a disminuir el colesterol malo. Hay que consumirlo en crudo y es una gran fuente de omega 9, que también se encuentra en las aceitunas y las paltas.

Otro de los alimentos es el maní, que es súper beneficioso.

Las legumbres, que pueden ser lentejas o las que a vos más te gusten, aportan fibra, que lo que hacen es absorber todo ese colesterol, que en el intestino forma como un gel que va atrapando toxinas y el resto de colesterol.

Lo eliminás y no pasa al torrente sanguíneo. Y para eso no hay nada mejor que la avena; puede ser fina, extra fina o instantánea. Usala en diferentes preparaciones para hacer postres y rellenos.

Las semillas de chía tienen omega 3, que es súper necesario porque es antiinflamatorio, ayuda a bajar el colesterol. Hay también semillas de girasol, de sésamo, que son ideales para incluir en todas las preparaciones; con una cucharadita al día basta. Y todo lo que sea granola también.

Las frutas y verduras, como siempre, aportan mucha fibra y mucho omega. Lo importante es que haya variedades y fibra insoluble y soluble: aceite de oliva, legumbres, frutas, verduras y avena.

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