Cómo reconocer un coágulo sanguíneo y cuáles son las señales de alarma.
La persistencia de sensaciones corporales anormales, como inflamación o falta de aire, puede ser determinante para identificar a tiempo un problema serio. Un coágulo en la sangre puede presentarse en cualquier individuo, sin importar su edad ni su estado de salud.
Por eso, distinguir las señales asociadas a una trombosis venosa profunda (TVP) o a una embolia pulmonar (EP) es clave para reducir riesgos importantes. De acuerdo con la Cleveland Clinic, actuar con rapidez y reconocer los indicios iniciales resulta crucial para evitar consecuencias duraderas o cuadros que puedan poner en peligro la vida.
El dolor nuevo y sin causa aparente en extremidades o abdomen puede indicar la formación de coágulos sanguíneos peligrosos.
Qué diferencia a la TVP y la EP
Los cuadros de trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP) representan las formas más habituales de formación de coágulos en el sistema venoso. La TVP aparece en venas internas —por lo general en las extremidades inferiores, en los brazos o en la zona abdominal— y tiende a permanecer allí, dificultando la circulación normal.
En cambio, la EP se manifiesta cuando un coágulo, casi siempre originado en una TVP, se desplaza a través del torrente sanguíneo hasta alojarse en los pulmones, donde puede bloquear el flujo de sangre.
El médico especialista en salud vascular Michael Tran, de la Cleveland Clinic, señala que “cada persona puede experimentar síntomas diferentes, que van desde molestias apenas perceptibles hasta manifestaciones severas”. Aun así, hay indicios característicos que es importante reconocer y monitorear.
Los especialistas alertan sobre la necesidad de no ignorar síntomas persistentes y mantener controles regulares, especialmente en personas con antecedentes de enfermedad cardiovascular.
Síntomas de trombosis venosa profunda (TVP)
Entre las señales más habituales de una TVP, la inflamación en las piernas o los brazos suele ser la manifestación más evidente. Este aumento de volumen puede venir acompañado por cambios en el color de la piel, que puede tornarse violácea, y por una sensación de calor en la zona afectada.
Si bien es normal experimentar una leve hinchazón hacia el final del día, la Cleveland Clinic aconseja no pasar por alto la aparición de una inflamación brusca, continua a lo largo de la jornada o que no disminuye al elevar la extremidad. También puede surgir en áreas menos frecuentes, como el abdomen, por lo que cualquier aumento de volumen inexplicable y prolongado amerita una consulta médica.
La hinchazón persistente en piernas, brazos o abdomen puede ser un síntoma clave de trombosis venosa profunda.
Un dolor repentino y sin una explicación clara en las piernas, los brazos o incluso en el abdomen puede ser otra señal de la formación de un coágulo. Esta molestia suele confundirse con un tirón, un calambre o una contractura. Cuando la sensación se desvanece en pocos segundos y no vuelve, es poco probable que esté vinculada a un coágulo; sin embargo, si el malestar se mantiene en el tiempo, es importante comunicarlo al médico y detallar con precisión dónde se manifiesta, ya que hay zonas del cuerpo donde la presencia de un coágulo implica un mayor riesgo.
Las personas que padecen venas varicosas deben vigilar cualquier modificación inusual, como una vena que queda abultada incluso al acostarse o al levantar la pierna, un endurecimiento brusco del trayecto venoso o dolor y enrojecimiento en la zona cercana. Estas manifestaciones pueden sugerir el desarrollo de una TVP y ameritan una consulta profesional.
La dificultad para respirar de aparición repentina y prolongada alerta sobre la posible presencia de una embolia pulmonar.
Síntomas de una embolia pulmonar (EP)
Cuando se trata de una EP, las señales suelen ser más intensas y requieren asistencia inmediata. La sensación de falta de aire, sobre todo si surge de manera inesperada y se mantiene durante varias horas o incluso días, puede ser una pista de que un coágulo ha llegado a los pulmones.
Tran señala que “la sensación de falta de aire causada por un coágulo no desaparece en segundos, sino que se mantiene”. El dolor en el pecho, que puede ser constante o intensificarse al respirar profundamente, también constituye una señal de alarma. Este dolor puede irradiar desde la parte frontal hacia la espalda y, en ocasiones, se acompaña de una sensación de presión o pesadez en el tórax.
Otro indicio importante de una EP es la expectoración con sangre. A diferencia de un esputo apenas rosado —que suele deberse a mínimas vetas mezcladas con la mucosidad—, la Cleveland Clinic señala que en estos casos la cantidad es claramente mayor, pudiendo alcanzar desde una cucharadita hasta una cucharada de sangre.
El aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial baja pueden acompañar a la embolia pulmonar y agravar el cuadro clínico.
Asimismo, la EP puede desencadenar una aceleración del ritmo cardíaco, ya que el organismo intenta compensar la reducción de oxígeno en la circulación. Sensaciones como latidos fuertes, palpitaciones o un pulso notablemente rápido suelen acompañar este tipo de evento.
La disminución marcada de la presión arterial también actúa como una señal de alarma en los casos de EP. Cuando el corazón trabaja por encima de su capacidad durante demasiado tiempo, los valores tensionales pueden caer y reducir el suministro de oxígeno a los tejidos.
Este descenso puede expresarse a través de mareos, sudoración intensa, piel fría y pegajosa, visión poco nítida, cefaleas, confusión, náuseas, sensación de debilidad o agotamiento extremo. En situaciones más severas, la hipotensión puede derivar en un desmayo. Si se produce una pérdida de conciencia sin explicación aparente, la Cleveland Clinic aconseja buscar atención médica urgente de inmediato.
Cambios en venas varicosas, como endurecimiento o enrojecimiento, pueden advertir sobre el desarrollo de trombosis venosa profunda.
Cuándo buscar atención médica
La necesidad de consultar a un profesional varía según la magnitud y el tipo de manifestación. En escenarios donde exista la posibilidad de una EP, la Cleveland Clinic advierte que ciertos episodios pueden resultar potencialmente letales. Por eso, ante señales como opresión torácica o falta de aire persistente, es indispensable comunicarse con los servicios de emergencia o dirigirse de inmediato a una guardia hospitalaria.
Cuando lo que se sospecha es una TVP y no es viable contactar al médico habitual fuera del horario de consulta, es importante considerar que muchos centros de atención rápida no cuentan con equipamiento diagnóstico adecuado, como ecografías, para confirmar o descartar un coágulo.
Cómo reconocer un coágulo sanguíneo y cuáles son las señales de alarma.
En estas circunstancias, lo más adecuado es dirigirse sin vueltas a un centro hospitalario. Si las señales compatibles con una TVP se mantienen durante uno o dos días, o se intensifican, se sugiere solicitar turno con el médico de cabecera, quien podrá definir el abordaje y los controles necesarios.
La Cleveland Clinic remarca que no hace falta esperar a que aparezcan molestias para pedir una consulta. Un chequeo oportuno y la implementación de medidas preventivas adaptadas a cada persona representan la manera más eficaz de disminuir la probabilidad de desarrollar coágulos.