“Los números finales dirán si esta situación es de mayor magnitud que la epidemia de 2019-2020, pero lo que llama la atención es el número de muertos, que está por encima de lo ocurrido en las otras epidemias nacionales”, alertó. Hasta el día de hoy se han confirmado 5 fallecidos.
A la espera de la vacuna japonesa
La vacuna Qdenga es una de las pocas opciones disponibles en el mundo para combatir el dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti que puede causar fiebre, dolores musculares y articulares, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y erupciones en la piel. La eficacia de la vacuna ha sido evaluada en ensayos clínicos y se ha demostrado que es segura y efectiva para prevenir el dengue en personas de entre 9 y 45 años.
“La vacuna que ya está en Brasil es muy interesante porque cubre cuatro serotipos en uno”, resaltó Elena Obieta (MN 76.451), infectóloga del Hospital de Boulogne (San Isidro) e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Es preocupante el aumento de los casos autóctonos, lo que significa que el mosquito que transmite el virus se encuentra en el país y se reproduce en áreas urbanas y suburbanas. Los especialistas recomiendan que la población tome medidas para eliminar los criaderos de mosquitos, que suelen estar en objetos que acumulan agua en patios, balcones, terrazas y otros lugares de las viviendas.
Además, es importante utilizar repelentes, ropa adecuada y mosquiteros para prevenir las picaduras del mosquito.
La circulación del virus se ha localizado en 14 jurisdicciones: Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Formosa, Chaco, Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Tucumán y La Rioja.
De la misma manera que sucedió con los brotes de coronavirus, casi todos los argentinos conocen alguien que contrajo la enfermedad.
Acciones coordinadas contra el dengue
El Consejo Federal de Salud (Cofesa) se convocó el pasado jueves en respuesta a la preocupante situación epidemiológica del país en relación al dengue. Este órgano está conformado por las carteras sanitarias de las 24 jurisdicciones del país y tiene como objetivo coordinar acciones conjuntas para enfrentar la problemática.
De acuerdo a lo informado de forma oficial, los funcionarios han acordado “conformar brigadas territoriales de proximidad, con agentes sanitarios, fuerzas operativas y organizaciones intermedias, para sensibilizar sobre prevención y acciones de cuidado, principalmente en la eliminación de potenciales criaderos de Aedes aegypti”.
“Con operativos de descacharrado y limpieza de terrenos, estas brigadas de operarios pueden realizar trabajos en espacios comunes y reducir significativamente la posibilidad de aumento de brotes”, aseguró la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud nacional, Sonia Tarragona.
De acuerdo a especialistas en epidemiología consultados por colegas de TN, la situación actual de la Argentina con respecto al dengue es preocupante. Sin embargo, destacaron que no es un problema aislado de este país, sino que es un tema regional que afecta a varios países de América Latina. Por lo tanto, es importante que la población tome conciencia de los riesgos y se comprometa a realizar acciones de prevención, como el descacharrado y el uso regular de repelente.
“Los casos han crecido porque la Argentina se tropicalizó. Los mosquitos se asentaron en el país y el virus también lo está, por eso se dice que son todos casos autóctonos. Antes, lo único que teníamos era de viajeros que se debían aislar e internarlos y podían ocasionar un pequeño brote, pero eso cambió. El 97% son casos autóctonos, y un 3% viajeros”, indicó Hugo Pizzi (MN 54.101), epidemiólogo e infectólogo cordobés.
“El cambio climático y la urbanización no planificada no son gratuitas”, coincidió Obieta.
Amadeo Esposto (MP 13.891), jefe del Servicio de Infectología del Hospital San Martín (La Plata) señaló que “para tener dengue necesitamos tres cosas: un huésped, que es el ser humano; un vector, que es el mosquito, y mosquitos enfermos y en la Argentina tenemos las tres cosas”. “Vamos a tener un período donde va a haber más casos y siempre de esos casos hay una parte de dengue grave”, adelantó.
Los consejos de los especialistas
Para enfrentar al dengue, los expertos apuntan a dos focos de atención: las acciones personales y las incentivadas desde ámbitos estatales. “Vamos a tener que cambiar la metodología que hemos utilizado hasta ahora, que no ha dado resultado, y emular a los países que realmente han sido exitosos”, aseguró Pizzi.
Entre las medidas individuales apuntó “poner telas plásticas en las aberturas, usar tull en las cunas, limpiar patios, cortar el césped y los yuyos, usar repelentes adecuados y respetar el uso y lo que dice el fabricante sobre la cantidad de horas de efectividad” y desde el Estado indicó que se deberá propiciar “la esterilización de los machos, con rayos gamas o con una bacteria que se llama gualbache”.
Ayala comentó que la infestación de mosquitos siempre es en focos, por lo que “donde hay un foco, lo que hay que hacer es ir casa por casa descacharrizando”. “Es imperioso fumigar cada cinco o siete días al amanecer o al atardecer, en las horas crepusculares”, señaló y de ahí en más aseguró que la responsabilidad pasa a ser individual de no tener recipientes con agua estancada.
“Es muy importante el rol de cada persona en el cuidado de su casa y los alrededores; el rol del Estado es trabajar en la educación, en promover y supervisar las campañas de descacharrización, y en la fumigación de los focos”.
Esposto coincidió en que desde el Estado se debe apuntalar la concientización de lo que sucede. “Es un mosquito peridomiciliario, es raro que viaje más de 500 metros de distancia, o sea que está dentro del lugar donde nosotros estamos y ese mosquito genera la mosquita que es la que realmente transmite en la enfermedad”. “Se necesita una gran campaña de descacharreo”.
Con esa misma línea de pensamiento en cuanto a la poca distancia que viajan los mosquitos infectados, Obieta propuso también hacer una “geolocalización de los lugares donde se dieron los casos de dengue para saber dónde hay potencialmente transmisiones de enfermedad”. “Tenemos que trabajar en el otoño y en el invierno, porque las larvas, las pupas, pueden vivir un año y portar el virus dengue y en cuanto hace un poquito de calor -en el veranito de San Juan en junio o en cualquier momento- las larvas maduran y se transforman en adultos”, aseguró la especialista.
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