El presente brote de fiebre del dengue en Argentina constituye el más extenso jamás documentado. De acuerdo con los datos consignados en el más reciente informe epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, desde la semana 31 del año 2023, es decir, a finales de julio y principios de agosto, hasta la semana 12 del año 2024, aproximadamente mediados de marzo, se han reportado 180.529 casos de esta patología viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti.
De todas las infecciones contabilizadas, el 90% son de origen local, mientras que un 7% están siendo investigadas y tan solo un 3% se derivan de casos importados. Asimismo, durante ese mismo lapso de tiempo, se han identificado 398 casos catalogados como dengue severo, y se han lamentado 129 defunciones. Es importante destacar que detrás de estos datos aparentemente abstractos se encuentran miles de individuos potencialmente expuestos a una segunda infección en el futuro, con el consiguiente riesgo de desarrollar un cuadro clínico grave.
El actual pico de casos de dengue representa una situación de riesgo a futuro, por la cantidad de personas susceptibles a una segunda infección.
El dengue es clasificado como un Arbovirus, perteneciente a la categoría de virus transmitidos por artrópodos. Se conocen cuatro variantes, identificadas como DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, los cuales presentan similitudes tanto en su estructura como en su capacidad patógena.
A pesar de que las formas severas de la enfermedad pueden afectar a cualquier individuo según su estado de salud general y sus condiciones médicas previas, “los serotipos 2 y 3 han estado asociados a la mayor cantidad de casos graves y fallecidos”, indicó el médico especialista en Clínica Médica e Infectología y profesor de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, Osvaldo Teglia.
En lo que respecta al peligro de sufrir una segunda infección, los especialistas concuerdan en señalar que “cuando una persona se cura del dengue, es inmune a ese tipo de virus que la infectó, pero no lo es a los tres serotipos restantes”. En esa línea, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó que la infección “por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir”.
Micieli: "Los meses de febrero, marzo y abril "suelen ser el pico de abundancia de Aedes aegypti, con mayor cantidad de hembra adulta picando".
Siguiendo la misma perspectiva, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han indicado que un individuo “puede infectarse con el virus del dengue múltiples veces en su vida; y es más probable que alguien presente dengue grave si ya ha tenido una infección por dengue anteriormente”.
Considerando que se anticipa un incremento continuo de casos durante el mes de abril en el brote actual, los expertos alertan acerca de la peligrosidad potencial que conlleva la situación epidemiológica presente.
Como es de conocimiento general, el dengue no se contagia directamente entre personas, sino que el mosquito actúa como intermediario. De esta manera, los individuos infectados funcionan como portadores y propagadores del virus; al ser picados por mosquitos no infectados, se convierten en la fuente de propagación hacia otras personas sanas.
Por lo tanto, la medida preventiva principal radica en impedir la picadura del mosquito, especialmente en individuos que han padecido la enfermedad en el pasado.
El dengue es una enfermedad viral transmitida en la región por el mosquito Aedes aegypti.
La doctora Mariana Fernández, especialista en Medicina Familiar y miembro del cuerpo médico de la Fundación Mundo Sano, indicó que para resguardarse de los mosquitos “existen los métodos de barrera químicos como el uso de repelentes individuales, la colocación de insecticidas medioambientales en el interior de los domicilios, y físicos, como los mosquiteros en puertas y ventanas”.
“También, es importante evitar exponerse en espacios abiertos en los horarios del amanecer y el atardecer, que es el momento de mayor presencia del vector”, aconsejó. Además, se ofrecen las pautas principales para impedir la proliferación de este insecto, que tiene la característica de poner sus huevos y multiplicarse en sitios donde se estanca el agua dentro de las viviendas. Por ello, se le denomina "domiciliario".
Por esta razón, las instituciones de salud pública aconsejan eliminar cualquier fuente potencial de reproducción dentro de los hogares. Esto implica desechar todos los elementos en desuso que puedan acumular agua, como latas, neumáticos, macetas rotas, juguetes dañados y cualquier tipo de desecho que se encuentre cerca de la vivienda. También se recomienda limpiar regularmente las canaletas y los rincones de los desagües para garantizar un flujo de agua sin obstrucciones.
El Aedes aegypti actúa como vector de la enfermedad, al picar a una persona infectada.
Además, es importante verter agua caliente en áreas de difícil acceso, como rejillas, donde pueden estar presentes los huevos del mosquito; mantener el césped corto y despejar el jardín o terreno de malezas; cambiar el agua de los bebederos de mascotas diariamente. Y, por supuesto, utilizar repelente de mosquitos para prevenir las picaduras.
Aparte del repelente, se recomienda utilizar prendas de vestir de tonos claros que cubran los brazos y las piernas, especialmente al estar al aire libre; resguardar las cunas y los cochecitos de bebé con mosquiteros, y emplear dispositivos repelentes en el ambiente, como tabletas (para interiores) y espirales (para exteriores).
En relación con el desafío que supone la escasez de repelente en numerosas áreas, especialmente en el AMBA, la doctora Victoria Micieli, especialista en Ciencias Naturales y Entomología, investigadora principal del Conicet y directora del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave), afirmó que “debido a las invasiones de mosquitos registradas desde diciembre, el mercado no pudo abastecer la demanda de repelentes”.
Las autoridades sanitarias recomiendan eliminar de los hogares todos los posibles criaderos.
Después de señalar que “más allá de la marca comercial más conocida, todos los repelentes aprobados por ANMAT son buenos y pueden usarse con tranquilidad”, advirtió sobre la inadmisibilidad de las recetas caseras que se difunden en las plataformas de redes sociales, ya que “no están debidamente estudiadas y pueden generar alguna reacción en la piel, además de brindar una sensación de falsa protección que puede llevar a descuidar otros aspectos de cuidado”.
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