La parte exterior de la cebolla es rica en fibra alimentaria y fenoles, como la qucertina.
Una de las representaciones que surge al mencionar la cebolla es la de las lágrimas que provoca al cortarla; no obstante, aparte de los métodos para evitar este efecto, es provechoso indagar en las virtudes de este comestible que incorporamos cotidianamente en preparaciones frías y calientes.
La capa externa del comestible es lo que desechamos inicialmente al pelarla, reservando únicamente el contenido interior. No obstante, escasos individuos están conscientes de las ventajas que conlleva. Especialistas indican que posee un alto contenido nutritivo y contribuye a la salud.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por académicos de la Universidad de Cranfield, en el Reino Unido, se constata que la capa externa de la cebolla alberga una notable cantidad de fibra alimentaria y compuestos fenólicos, como la quercetina, ampliamente conocida por sus características antiedad y propiedades antiinflamatorias.
En conversación con el medio español SINC, Vanesa Benítez, quien ejerce la labor de investigadora en el Departamento de Química Agrícola de la Universidad Autónoma de Madrid y forma parte de los colaboradores en la investigación, afirmó: “El consumo de fibra disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, dolencias gastrointestinales, cáncer de colon, diabetes tipo 2 y obesidad”.
En esta línea de pensamiento, Benítez sugirió aprovechar los restos de la cebolla como una fuente inherente de componentes naturales. “Esta hortaliza es rica en compuestos que proporcionan beneficios para la salud humana”, afirmó.
Una tiktoker ampliamente reconocida, identificada como @plantyou en la plataforma, desvela sus estrategias culinarias más destacadas, y en esta oportunidad, comparte su enfoque sobre cómo incorporar la cáscara de la cebolla en la preparación de alimentos.
Como paso inicial, se requiere proceder con el lavado de las capas externas y permitir que se sequen. Posteriormente, se hace necesario introducirlas en el horno hasta alcanzar un nivel óptimo de deshidratación. En última instancia, el procedimiento conlleva someterlas a la trituración hasta lograr transformarlas en partículas finas que podrán ser incorporadas a diversos platillos.
De acuerdo con información brindada por la FEN, el componente preponderante en la cebolla, con un marcado predominio, es el agua, representando el 90% de su estructura, en tanto que en el restante 10% se hallan los siguientes elementos nutritivos: