Existen muy pocos restaurantes y negocios que preparen platos sin TACC (gluten) y a las personas que padecen la celiaquía se les hace difícil ir a comer algún lugar o disfrutar de una salida. Erica Wiemhausen es jujeña, emprendedora celíaca, padece esta patología y vive esa situación a menudo.
En diálogo con Canal 4 la mujer relató cómo es vivir con esta enfermedad, con extremos cuidados y sin poder disfrutar de ir a un lugar a comer con normalidad.
La jujeña cuenta que ella suele ir a los restaurantes con amigos pero con su vianda y su tupper, porque es muy probable que ese lugar no tenga la comida que ella puede consumir o que sufra de contaminación cruzada.
“Los celíacos tenemos un grupo de Whatsapp donde nos vamos pasando información. En la actualidad si existen lugares aptos para celíacos pero acá el tema está en la manipulación de los alimentos”, contó Erica.
Dónde se cocina y cómo está compuesto el lugar donde se manipulan los alimentos de un local, son algunos de los graves inconvenientes que surgen a la hora de elegir a donde ir. Las personas que padecen esta enfermedad en muchos casos sufren la contaminación si no se cocina responsablemente.
“En Jujuy existen bares que compran directamente los productos sin TACC y los calientan y otros que los preparan. Es ahí donde existe el riesgo de contaminación cruzada. Depende mucho de la persona que esté trabajando en esa cocina y cómo esta distribuido el lugar”, detalla Érica.
Para comenzar hay que diferenciar tres casos: la persona que es completamente celíaca, la que es alérgica y la quien tiene intolerancia al gluten.
La jujeña en primera persona explica que la solución en los tres casos es la misma “la dieta libre de gluten”.
El alérgico tiene una reacción instantánea al producto; el intolerante llega a sentir malestar pero es soportable; y quien es celíaco, pasa por un proceso de cambios donde la persona se va sintiendo mal a las horas, empeorando su salud física.
Los sintomáticos suelen tener vómitos, cólicos realmente dolorosos, reacciones en la piel, lo que los lleva a tener que suspender sus actividades en el momento.
“Ser celíaco no es una opción como ser vegetariano o vegano”, dice Erica. "Es muy importante para nosotros que la gente entienda que realmente nos hace mal”, agrega.
En ese sentido, piden tolerancia a los dueños de los restaurantes, bares, negocios, cuando surgen preguntas de cómo es que cocinan, si puede existir contaminación en los platos, ya que al consumir son malos momentos que viven.
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