Un estudio reveló qué pasa con el cerebro después de la muerte

Dentro de este estudio fueron evaluadas temáticas específicas que describieron los pacientes como: sensación de miedo, una luz brillante, sentimientos de persecución, violencia, déjà vu, recordar eventos posteriores al paro, entre otros. Las preguntas hechas se realizaron en tres etapas y estuvieron enfocadas en sus recuerdos durante la pérdida de la función del corazón.

Estudio

Se conoció un estudio publicado por la Research Gate y compartida por la revista médica Resucitation en la que se enfoca en la actividad del cerebro.

Twitter

Estas fueron algunas de las preguntas del estudio:

¿Tuviste la impresión de que todo paso más rápido o más lento que de costumbre?

¿Se aceleraron tus pensamientos?

¿Regresaron escenas de tu pasado?

¿Experimentaste un sentimiento de paz, agrado o alegría?

¿Sentiste armonía o unidad con el universo?

¿Viste o creíste estar rodeado por una luz brillante?

Por otro lado, el pasado mes de febrero la DW, publicó otro estudio en el que científicos capturaron accidentalmente el órgano humano más complejo mientras se apagaba, y observaron que el cerebro puede permanecer activo y coordinado durante y después de la transición a la muerte.

Hay indicios de que nuestro cerebro utiliza la computación cuántica

Las funciones cerebrales se vinculan con el rendimiento de la memoria a corto plazo y la conciencia, lo que sugiere que los procesos cuánticos forman parte de la dinámica cognitiva del cerebro.

Así lo determinaron los resultados del equipo del Trinity College de Dublín, los que permitirían mejorar “la comprensión general de cómo funciona el cerebro y, potencialmente, cómo se puede mantener o incluso curar”, según se concluyó.

El doctor Christian Kerskens, físico principal del Trinity College Institute of Neuroscience (TCIN) y coautor del estudio, fundamentó que “adaptamos una idea, desarrollada para experimentos para demostrar la existencia de la gravedad cuántica, mediante la cual tomas sistemas cuánticos conocidos, que interactúan con un sistema desconocido”.

Además, manifestó que “para nuestros experimentos usamos espines de protones de 'agua cerebral', como es conocido el sistema. El 'agua cerebral' se acumula naturalmente como fluido en nuestros cerebros y los espines de protones se pueden medir usando MRI (imágenes por resonancia magnética). Luego, usando un diseño de resonancia magnética específico para buscar espines entrelazados, encontramos señales de resonancia magnética que se asemejan a los potenciales evocados del latido del corazón, una forma de señales de EEG”.

Y agregó que “debido a estas funciones cerebrales también se correlacionaron con el rendimiento de la memoria a corto plazo y la conciencia, es probable que esos procesos cuánticos sean una parte importante de nuestras funciones cerebrales cognitivas y conscientes”.