Alcoholismo: ¿Cuáles son los tipos y sus consecuencias?
El alcoholismo es una enfermedad causada por el consumo excesivo y prolongado de bebidas alcohólicas, con múltiples causas que deterioran la salud.
Las causas del consumo de alcohol afectan la salud y las relaciones sociales del enfermo.
Nuestra sociedad está inmersa en una de las problemáticas más preocupantes de los últimos tiempos, el consumo de alcohol se ha disparado como consecuencia de la pandemia de coronavirus. De acuerdo a una encuesta realizada por el Instituto Gino Germani, en nuestro país durante la cuarentena, crecieron los dos polos de la frecuencia de consumo: se duplicó el número de quienes no toman bebidas alcohólicas y se triplicó la cantidad de personas que toma todos los días, lo que generó mayores problemas por el incremento del consumo. Esa multiplicación del número de personas que afirman consumir bebidas alcohólicas se registró, con mayor énfasis, en el grupo de 35 a 44 años.
Esto lleva a analizar con más profundidad cuales son los diferentes tipos de alcoholismo que se observan con frecuencia ya que muchas personas ven como una salida a sus problemas, el consumo de bebidas sin saber que ingresan lentamente a un camino de difícil retorno si es que no se detecta a tiempo.
Los tipos de alcoholismo
Elvin Jellinek escribió en su libro “La enfermedad alcohólica”, siete tipos de alcoholismo que terminan diferenciando las actitudes de quienes lo consumen:
Este tipo de alcohólicos tienen algún problema o enfermedad física o psicológica y beben precisamente para disminuir los efectos de la misma (ansiedad, depresión, inseguridad, trastorno bipolar, esquizofrenia…). No sigue las normas sociales respecto a tiempo, cantidad, lugar y sin embargo no presenta falta de control ni incapacidad de abstenerse. Este tipo se conoce también como consumo de evasión y puede evolucionar a gamma.
Alcohólico beta
Esto se encuentra en personas que beben habitualmente y en exceso, pero no desarrollan una dependencia total al alcohol. Pueden beber durante mucho tiempo, dejarlo durante largos periodos y luego volver a beber. Al no tener dependencia ni problemas, no presentan síntomas de abstinencia, pero sí desarrollan problemas de salud como cirrosis hepática, gastritis y otras similares. Este tipo puede derivar a gamma o delta y presenta un deterioro general de la salud y una disminución en la esperanza de vida.
Alcohólico épsilon
Aquí la persona deja de beber durante largos periodos, pero sin una explicación clara consume grandes cantidades de alcohol en momentos concretos. Es un consumo más puntual pero cuando bebe corre riesgo de coma etílico debido a la cantidad.
Alcohólico gamma
Quienes integran este grupo, no parecen alcohólicos porque esconden su adicción. Aparentemente beben con normalidad, pero entonces empiezan a aparecer problemas de salud relacionados con el consumo de alcohol. La dependencia comienza siendo psicológica y después pasa a física debido a los síntomas de la abstinencia.
Alcohólicos delta
Los pertenecientes a este grupo beben mucho y a diario. Han desarrollado una alta tolerancia por lo que aparentemente no les afecta en el desarrollo de su vida. No ocultan su forma de beber y eso hace pensar a los demás que no tienen un problema, sin embargo, afecta a su salud. En ocasiones se ponen muy ebrios a pesar de su tolerancia.
El alcoholismo crónico
El alcoholismo crónico comprende un consumo habitual de bebidas alcohólicas. El consumidor crónico suele presentar desconfianza, irritabilidad y algunos periodos depresivos que en casos extremos pueden llevarlo al suicidio. El consumo afecta a muchos de sus órganos, sobre todo al sistema nervioso (temblores, alteraciones digestivas, etc.) Puede aparecer el delirium tremens. Este tipo de alcoholismo está asociado a una alta tolerancia, dependencia y problemas de salud.
El alcoholismo agudo
Tiene carácter transitorio. Se trata de grandes ingestas puntuales de alcohol que tiene efectos que van desde la euforia, hasta la tristeza o pérdida de la razón. La persona presenta mareo, náuseas y vómitos en algunas ocasiones. No se presenta tolerancia por lo que puede derivar en alto riesgo de comas etílicos. Si se presentan síntomas de abstinencia desaparecen después de unas horas.
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Consecuencias
Las consecuencias que tiene el consumo de alcohol van desde las físicas a las económicas, lo que demuestra la gravedad de esta enfermedad y de quienes están atrapados en ella.
Las consecuencias físicas se manifiestan en el esófago, hígado, páncreas y estómago, que son los órganos que mas se resienten con el consumo de alcohol.
Los problemas cardiovasculares también están presentes y se observan en el aumento de la presión arterial, deterioro del músculo cardiaco - miocardiopatía -, arritmias e infartos cerebrales.
El daño neurológico es otro de los factores que aparece. A nivel central el consumo mantenido de alcohol es capaz de producir un deterioro cognitivo que puede desembocar en una demencia y pérdida de memoria.
Los problemas psiquiátricos y psicológicos también son parte de las consecuencias de la dependencia alcohólica. La depresión, el suicidio, adquirir otras adicciones como sustancias psicótropas, especialmente cocaína, benzodiacepinas y nicotina y una marcada relación con la ludopatía.
Otra de las consecuencias son las enfermedades graves y crónicas donde bebe para aliviar parte de los efectos que ocasiona o de la medicación que tienen prescrita.
La familia es la que sufre las consecuencias de manera inmediata. Los roles ya establecidos se reorganizan para poder asumir las funciones del enfermo. Las rutinas, hábitos y ocio de las personas se ven alterados generando una situación de incertidumbre reforzada por la falta de comunicación por parte del mismo. Así mismo, beber puede condicionar conductas violentas en el entorno familiar. Para los hijos, el alcoholismo de uno de los padres supone trastornos en el desarrollo psicológico derivado del maltrato físico y abandono afectivo y moral.
Los problemas económicos también se visibilizan de manera importante dentro del grupo familiar, ya que muchas veces los ingresos se esfuman en la persona que compra bebidas alcohólicas como prioridad, dejando de lado otro tipo de gastos y que de alguna manera lleva a inconvenientes serios en el entorno que son muy difíciles de resolver.
