Que los talles de muchas marcas nacionales cubran a lo sumo las medidas de un cuerpo con más curvas y kilos que el promedio o que las publicidades de moda muestren sus colecciones con modelos flaquísimas y photoshopeadas, fueron para Sharon Haywood buenas razones para empezar a actuar.
Canadiense de origen, después de recorrer Latinoamérica recaló en Buenos Aires para estudiar castellano, se enamoró y decidió quedarse. Con una nueva rutina armada, se dio cuenta de que para muchas mujeres argentinas era habitual no conseguir ropa que les gustara y les entrara. Además, habían reaparecido en ella fantasmas en relación a su cuerpo que la acompañaron en su adolescencia y que pensó resueltos.
Antes, como escritora y editora freelance, había publicado para distintos medios notas sobre diversidad corporal y en contra de los estereotipos de belleza.
Hilvanando cada uno de estos fragmentos de su vida, en 2011 decidió armar la sede local de Anybody, una ONG con presencia en las grandes capitales del mundo y que forma parte del grupo Bodies Endangered (Cuerpos en peligro de extinción), que promueve un cambio cultural en relación a la apariencia física. El rumbo que siguen es, entre otros puntos, generar mensajes positivos y a favor de las marcas.
La primera acción fue la organización de la "Cumbre Internacional Endangered Species, preservando el cuerpo femenino", que se hizo en Buenos Aires y sirvió para instalar el tema sobre los mandatos en cuanto a la imagen corporal.
En los años siguientes impulsaron la ley de talles y abrieron 2016 con los resultados de la campaña “El talle único no es el único talle”, que reconoció a las marcas nacionales que cuenten con siete talles de pantalones como mínimo y muestren una publicidad inclusiva.
- En la campaña “El talle único no es el único talle” cinco marcas tuvieron su reconocimiento. ¿No es muy poco?
- Es cierto que esperábamos más. Pero estamos muy contentas de comenzar con cinco ejemplos. Sentimos que, por lo menos, podemos recomendar estos negocios. Además, queremos que no sea únicamente un tema de talles. También felicitamos a las firmas que no usan photoshop y que muestran diversidad de cuerpos en sus avisos y maniquíes. Hay casos concretos de marcas internacionales que cuando comenzaron a mostrar modelos con talles similares a los de sus consumidoras subieron las ventas. La firma estadounidense de lencería American Eagle, por ejemplo, con el lanzamiento de su campañas con modelos sin photoshop aumentó su facturación. Por otro lado, existe un estudio realizado en Canadá y Estados Unidos que dice que la intención de compra sube un 200 por ciento cuando las mujeres ven en la publicidad un modelo de su talle y, en cambio, baja un 75 por ciento si la imagen mostrada está alejada de su realidad.
- ¿A partir de qué talle es difícil encontrar ropa en Argentina?
- Según los datos que obtuvimos en 2014, las mujeres con talles entre 38 y 40 encuentran ropa sin problema. En cambio, el talle 42 es el más difícil de encontrar, luego, el 46 y el 44. Más allá de las marcas que reconocimos en nuestra campaña, algunas tiendas tienen prendas de estas medidas, pero con muy variedad. Lo llamativo es que no estamos hablando de medidas especiales. Es la ropa que busca la mayoría de nosotras. Nuestras encuestas indican que el 65 por ciento de las argentinas tiene dificultad para encontrar su talle.
- En 2015 hubo en Estados Unidos campañas con modelos híperobesas. ¿Mostrar eso no es también un estereotipo?
- A nosotras nos gustaría ver en las publicidades distintos tipos de cuerpos. No glorificar uno solo, sea gordo o flaco. Todos tenemos un cuerpo distinto. En las publicidades de moda muchas veces no está representada la diversidad y la vida real. Las consumidoras estamos cansadas de ver ese tipo de avisos, queremos ver imágenes reales. Además, creemos honestamente que no podemos determinar la salud de una persona u otra por su cuerpo. Hay mucha evidencia que dice que una persona gorda puede ser sana, y visceversa.
- ¿Existen motivos suficientes para que la ropa de talle grande sea mucho más cara?
- Es cierto que ciertas prendas requieren de una moldería especial y otro tipo de habilidades en el corte y la fabricación. Aunque la cantidad extra de tela que se necesita no justifica un incremento importante en los costos. Además, hay quienes dicen que existe una ley que habilita cobrar de más por un talle grande. Es un tema que estoy investigando y todavía no encontré ningún sustento legal.
- ¿Se cumple la ley de talles? ¿Podría ser una solución?
- Hay diez leyes de talles provinciales en vigencia, todas distintas entre sí. Esto hace que sea muy complicado establecer parámetros. Nosotras estamos hablando desde hace cinco años sobre la importancia de armar una ley nacional. Para ello, harían falta normas adecuadas a los cuerpos argentinos, en lugar de las medidas europeas que se utilizan ahora. El INTI(Instituto Nacional de Tecnología Industrial) está haciendo un relevamiento de esos datos. Creemos que en 2017 estará listo. En ese momento impulsaremos de nuevo esta iniciativa.
- ¿Cómo se manejan los talles en otros países?
- Unicamente Uruguay y Argentina necesitaron de una ley de talles. En el resto del mundo, en las tiendas hay siete u ocho medidas en promedio. Esto es sin contar los talles especiales.
Sobre su militancia, Sharon dice que el beneficio va mucho más allá de lograr una moda más real y sin estereotipos, "armé acá mi hogar y siento que así le estoy dando algo al país", resume como balance.
Fuente: Entre Mujeres
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